¿Divorciarse o resistir? 1 Corintios 7:10-11
“A los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor, que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin casar o reconcíliese con su marido ; y que el marido no abandone a su mujer.” CONCLUSIONES. Este mandamiento suena inapropiado para nuestros tiempos; donde no es escaso ver una mujer o un hombre que haya tenido dos o más matrimonios o cónyuges. Las causas de divorcio son muy variadas; pero son inaceptables desde el punto de vista bíblico, exceptuando el adulterio; pues Dios insiste en que no debe haber separación; porque el matrimonio lo instituyó para que fueran una sola carne toda la vida, pero también deja la puerta abierta para aquellas parejas cuyos problemas son insuperables como el caso de la infidelidad. Los fundamentos puestos por el hombre, en caso de un nuevo matrimonio son relativamente pocos; pero, aun así, están fuera del ámbito de la Palabra, es decir están en contravía de los designios de Dios. Alguien podrá aducir que su religió