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Mostrando entradas de febrero, 2016

Antes que Abraham fuese, yo soy. Juan 8:56-58.

"Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. " CONCLUSIONES Jesús estaba discutiendo con los judíos acerca de un pasaje explicado anteriormente, en el cual decía Jesús que: " el que guarda mi palabra nunca verá muerte ".  Los judíos por su parte alegaban que si esto fuera cierto, Abraham y los profetas nunca hubieran muerto; pues ellos guardaban celosamente la palabra.  Sin embargo, Jesús no hablaba de la muerte física, sino de la muere espiritual, como se puede notar en este texto del apóstol Juan. Abraham, se gozó con fe en la esperanza de ver un día la venida de Cristo; pero el murió esperando ese día.  Sin embargo su alma y espíritu fueron al paraíso, un lugar de descanso, donde todos esperan el juicio final de la humanidad y desde allí pudo ver la llegada de

Como burlar a la muerte. Juan 8:49-51

"Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga. De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte. " CONCLUSIONES Hay dos tipos de muerte:  La muerte primera o material que es el fin de la vida del cuerpo físico y la muerte segunda o espiritual que es el fin de la vida del cuerpo espiritual, el cual lo componen el alma y el espíritu.  El alma a su vez está compuesta por el corazón, mente y emociones. Cuando el cuerpo espiritual del hombre abandona el cuerpo físico, este queda sin vida, deja de funcionar y empieza a descomponerse; hasta quedar solamente los huesos.  No hay ninguna ubicación final para estos restos, sencillamente vuelven al polvo de la tierra.  En contraposición el cuerpo espiritual no desaparece como el físico; más bien cambia de estado y de ubicación.  Mientras el Espíritu Santo de Dios viva en el corazón del hombre, esta alma y

¿Quién es vuestro padre? Juan 8:37-47

  "Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros . Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre. Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais . Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre . Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais ; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer . El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanec

La verdad os hará libres (Juan 8:31-38)

“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres? Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres . Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros. Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.” CONCLUSIONES. 1.  Si vosotros permaneciereis en mi palabra. No basta solo con creer, es necesario que permanezcamos en la palabra de Dios , para que seamos sus verdaderos hijos o discípulos.  Permanecer en la palabra, e