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Mostrando entradas de junio, 2015

¿Das testimonio de Cristo? Mateo 10:32-33

“A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. “ CONCLUSIONES. Una de las obligaciones primordiales de todo buen cristiano es dar testimonio de su vida personal con Dios delante de los hombres, esto es confesar a Cristo, hablar de Cristo, predicar de su Palabra.  Como los hechos hablan más que las palabras, entonces el cristiano debe llevar una vida de obediencia y santidad a Dios, para que pueda dar testimonio de buenas obras, de buena conducta y no testimonio de vicios, de pecado y de mundanalidad. Si hablamos de Cristo a los hombres, entonces Jesús también hablará de nosotros delante de Dios; es decir, nos justificará, nos limpiará y nos santificará para que podamos acercarnos a Dios y ser aceptos a su presencia. Si no hablamos de Cristo, es porque no le conocemos y no ha habido

Guardaos de toda avaricia (Luc 12:13-20)

“Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia. Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor? Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.” CONCLUSIONES. La avaricia es uno de los grandes males de la humanidad; pues nunca sentimos total satisfacción con lo que tenemo

Buscad primeramente el reino de Dios. Mateo 6:25-34

"Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?  Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.  Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?  Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.  Mas bus

Arrepentíos o pereceréis (Luc. 13:1-5)

“En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos. Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” CONCLUSIONES. 1.  Para Dios no hay pecado grande ni pequeño; sencillamente pecado. Para Dios, el pecado es abominación a su Santa Persona, cualquiera que fuere el tamaño de la culpa.  Es igual de pecador, el que odia en su corazón, que aquel que envía a matar a sus enemigos.  Desde el punto de vista humano, a nadie condenarían porque odia a otro ser humano; pero aquel que comete homicidio, podría llegar a recibir la mu