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Mostrando entradas de febrero, 2020

¿Dónde tienes la ciudadanía?

Filipenses 3:20-21   “ Mas nuestra ciudadanía está en los cielos , de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.” CONCLUSIONES. Cuando una persona entrega su vida a Jesucristo, es inscrito en el libro de la vida del Cordero, en el reino de los cielos y allí tendrá una nueva ciudadanía y un nuevo nombre: “ El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe .” Apocalipsis 2:17.   Allá no se entra con visa, ni con pasaporte, ni con una nave espacial, ni teletransportado y tampoco se puede entrar ilegalmente a través de trochas en sus fronteras; pues el cielo está dentro de un universo espiritual,

¿Dónde está su tesoro?

Filipenses 3:7-8.   “ Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo .   Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”. CONCLUSIONES. El apóstol Pablo fue una persona muy estudiada, muy capacitada.   Si en ese momento de la historia hubieran contado con maestrías y postgrados, podríamos asegurar que Pablo era doctor en teología, en derecho y en ciencias políticas y además de eso era un fanático religioso.   Antes de que conociera a Cristo, Pablo era perseguidor de la iglesia e iba por todos los pueblos y sinagogas tomando prisioneros a los cristianos y encarcelándolos, pensando que le hacía un favor a Roma; de esta misma forma consentía en la muerte de algunos de ellos como ocurrió con Esteban.   En cierta oportunidad iba a cumplir su tarea a Damasco y en el camino tuvo un encuentro

¿Le preocupa su salvación?

Filipenses 2:12-13.   “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor , porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” CONCLUSIONES. ¿Quién no tiene ocupaciones?   La vida en el mundo actual es muy agitada, porque tenemos múltiples ocupaciones y generalmente no nos alcanza el tiempo para atender cada una de ellas, máxime cuando la mayor parte del tiempo estamos laborando en nuestro negocio o en alguna empresa como empleados.   Fuera de esto hay un agravante, que consiste en que los tiempos están corriendo demasiado rápido, primero porque es la voluntad de Dios que estos tiempos sean acortados y segundo porque nos mantenemos tan entretenidos que el tiempo vuela literalmente. Pero si hacemos un análisis de las ocupaciones de cada ser humano, encontramos que la mayoría se ocupa en cosas temporales de

El camino a la exaltación.

Filipenses 2:5-8.   “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo , hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” CONCLUSIONES. El hombre común busca fama, gloria, poder, riquezas, renombre, etc.; pero ser conocido aquí en la tierra no tiene valor alguno cuando uno muera.   El que muere es recordado por sus conocidos que quedaron vivos; pero nada de sus homenajes o tributos llega hasta el lugar donde se encuentra ahora su alma, ni siquiera podrá ver las flores que le llevan a su tumba, y en unos años más tarde solo será recordado cuando vean sus fotos, de resto todo es olvidado; pues unas generaciones se van y otras llegan.   “ Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni ti