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Mostrando entradas de julio, 2016

Si me amáis, guardad mis mandamientos. Juan 14:15;21-24

“ Si me amáis, guardad mis mandamientos .   El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.   Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?   Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él .   El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.” CONCLUSIONES Todos creen en un Dios, exceptuando los ateos; muchos creen amar a Dios, todos los creyentes están seguros que llegarán al cielo, sea mediante el amor de Dios o porque se creen buenos para merecerlo; pero muy pocos están conscientes de que llegar al cielo requiere cumplir con unos requisitos.   La salvación es gratis y la obtenemos mediante el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario, quien con su sangre derramada nos

Jesús, el camino al Padre (Juan 14:1-14)

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí . Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que

El amor fraternal. Juan 13:34-35

“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros . En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” CONCLUSIONES. ¡Qué tan difícil es amar es este mundo lleno de indiferencia y de crueldad! Si de verdad todos los seres humanos compartieran amor del mismo que recibimos del Padre, este mundo sería un paraíso, sería algo mucho más gratificante. El mundo actual está lleno de injusticia, de avaricia, de violencia, de persecución, de indiferencia y de necesidades, debido principalmente a que nos hemos olvidado del mandato de Dios.  Rechazamos el mandato de Dios y más bien guardamos egoísmo en nuestros corazones.  Debido al auge de la pobreza mundial, la escasez de recursos, la escasez de bienes, la escasez de alimentos, nos encontramos ante un mundo más violento, donde el que tiene algo no escatima esfuerzos para protegerlo de los demás y donde el que tiene oportunidad

¡Cuán grande es Dios!

“¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!” Salmo 8:9.   David era un conspicuo observador de la creación, como también un profundo adorador del Creador, dice él: “ Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? ” (Sal. 8:3-4). Y entonces en una gran exclamación de gratitud y de sincera adoración, dice: “¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!” (Sal. 8:9). ¡Verdaderamente nuestro Dios es grande!   • Él es grande en amor . “ Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna ” (Jn. 3:16). Su amor es tan grande que sacrificó a su propio Hijo para nuestra salvación.   Pablo dice: “ Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros ” (Ro. 5:

El poder de la palabra

Todos los ámbitos de nuestra existencia están marcados por el poder que tienen las palabras.                   Las palabras son determinantes para los cónyuges, pues dependiendo de cuál sea su contenido e intención, así será la mutua relación que exista entre ambos.   Las palabras bruscas y desconsideradas pueden deteriorar y hasta destruir una unión, pero las palabras afectivas y cálidas la fortalecen.                   Dependiendo de qué palabras escuche un niño en el hogar, así será la huella beneficiosa o perjudicial que impriman en su desarrollo personal.   La dirección de una nación, para bien o para mal, está condicionada en gran parte por las palabras pronunciadas en determinados foros por los que están en puestos de autoridad.   De las palabras de testigos, acusados, acusadores y defensores depende en gran medida la sentencia de un tribunal.                 El libro de Proverbios concede gran importancia a las palabras en la vida cotidiana, aunque probablement