No améis al mundo.
1 Juan 2:15-17 “ No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo . Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” CONCLUSIONES . Empezaremos citando un texto bíblico, que trata sobre uno de los mandamientos más importantes expresados por Dios: “ Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento ”. Marcos 12:30. Como resultado de amar a Dios, entonces tendremos que amar también a nuestro prójimo, lo cual constituye el segundo gran mandamiento y esto de amar a Dios y también al prójimo resulta en el cumplimiento de toda la ley divina, porque en el amor no hay lugar para el pecado y el que peca contra su prójimo está demostrando que