Como burlar a la muerte. Juan 8:49-51

"Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga. De cierto, de cierto os digo, que el que guarda mi palabra, nunca verá muerte."


CONCLUSIONES

Hay dos tipos de muerte:  La muerte primera o material que es el fin de la vida del cuerpo físico y la muerte segunda o espiritual que es el fin de la vida del cuerpo espiritual, el cual lo componen el alma y el espíritu.  El alma a su vez está compuesta por el corazón, mente y emociones.

Cuando el cuerpo espiritual del hombre abandona el cuerpo físico, este queda sin vida, deja de funcionar y empieza a descomponerse; hasta quedar solamente los huesos.  No hay ninguna ubicación final para estos restos, sencillamente vuelven al polvo de la tierra.  En contraposición el cuerpo espiritual no desaparece como el físico; más bien cambia de estado y de ubicación.  Mientras el Espíritu Santo de Dios viva en el corazón del hombre, esta alma y espíritu seguirán vivos, es decir, disfrutarán del gozo de la vida eterna; pero si el Espíritu Santo está ausente del cuerpo espiritual; entonces este está muerto para el reino de los cielos; pero vivo para el reino de las tinieblas; cuya destinación final será el lago que arde con fuego y azufre por una eternidad; es decir, el castigo eterno.

Podemos ver con esto que la primera muerte hace desaparecer el cuerpo físico, en cambio la segunda muerte lo que hace es cambiar de estado y de lugar al alma y al espíritu, pasándolos de un estado de gozo eterno, a otro de castigo eterno, de el cielo al lago de fuego y azufre.  Claro está que este paso solo se dará una vez nos presentemos todos ante el juicio final y a cada uno se le de el veredicto; así mismo satanás y todos sus ayudantes, junto con el infierno serán lanzados al lago de fuego y azufre.


¿Hay forma de burlar la segunda muerte?

Claro que sí, Jesús fue muy enfático al afirmar:  El que guarda mi palabra, nunca verá muerte.  Esto de guardar es muy amplio y cubre varios aspectos:  Primero estudiar la palabra, luego la fe conlleva a obedecerla, el obedecer y apartarse del pecado conlleva a la santidad, la santidad conlleva a que el Espíritu Santo more en nuestros corazones y finalmente la presencia del Espíritu Santo no permitirá que veamos la muerte segunda; pues El nos sella y nos coloca el distintivo de hijos de Dios, redimidos con la sangre de Jesucristo.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

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