La verdad os hará libres (Juan 8:31-38)
“Dijo entonces Jesús a los
judíos que habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y
conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de
nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?
Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel
que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el
esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres. Sé que sois descendientes de
Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.
Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído
cerca de vuestro padre.”
CONCLUSIONES.
1. Si vosotros permaneciereis en mi palabra.
No
basta solo con creer, es necesario que permanezcamos en la palabra de
Dios, para que seamos sus verdaderos hijos o discípulos. Permanecer en la palabra, es alimentarse
diariamente de ella (leyéndola y escudriñándola). Permanecer en la palabra, es también ponerla
por obra, ejecutando con obediencia y solicitud todos los mandatos y leyes, de
los cuales nosotros somos responsables.
Ejemplo: La Biblia dice que "no
bebáis vino en el cual hay disolución"; por lo cual, permanecer en la palabra,
significa que no volveremos a tomar ningún tipo de licor.
2. Seréis verdaderamente mis discípulos.
Cuando
se cree en Jesús de corazón y se permanece en su palabra, entonces se es un
verdadero hijo de Dios o discípulo de Jesucristo. ¿Por qué discípulo de Jesucristo? Porque los que seguimos el Evangelio de
Jesucristo, entonces somos discípulos o seguidores de aquel que lo manifestó al
mundo, Jesús.
3. Y conoceréis la verdad.
Como
primer resultado de ser un verdadero discípulo, se obtiene el CONOCIMIENTO DE LA VERDAD. ¿Cuál es esa verdad? La principal verdad es que Jesucristo es el
único camino hacia la vida eterna. Luego
de esta, hay muchas otras verdades relacionadas con la condición del hombre, la
solución al problema del hombre, la vida eterna y la perdición eterna entre
otras. Pero entender esto requiere que
seamos discípulos de Jesús, solo así obtendremos asistencia personal del
Espíritu Santo, para que El quite el velo de ceguera espiritual que nos cubre y
nos revele todos los misterios contenidos en la palabra.
4. Y la verdad os hará libres.
Como
segundo resultado de ser un verdadero discípulo obtenemos LA LIBERTAD. ¿Libertad de que? Del pecado.
Aunque pensemos que vivimos felices y que no pecamos, fuimos destituidos
de la gloria de Dios a causa del pecado de la humanidad; por lo tanto nuestra
vida siempre está supeditada al pecado, al dolor y al sufrimiento. ¿Cuál es entonces la libertad? La libertad consiste en apartarnos del mundo
de pecado y caminar por el sendero que Jesús nos enseñó a través del Evangelio,
para llegar a la eternidad del espíritu; es decir a la salvación.
Seremos
libres conociendo la verdad o verdades que hay escritas en la Biblia. Cuando esta verdad llega a
nuestro corazón y creemos en ella, entonces esta verdad nos transforma en
nuevas criaturas y nos hace libres.
Todo
el que sigue pecando, así sea por ignorancia, sigue siendo esclavo del pecado;
y los esclavos no alcanzarán la salvación mientras sigan en dicha situación.
El
Hijo de Dios, Jesucristo, vino a libertarnos del pecado. El hizo un sacrificio en la cruz, para poder
pagar nuestras deudas; sin embargo seguimos siendo esclavos, hasta que no
aceptemos dicha verdad y entreguemos nuestra vida a Jesucristo. El tiene poder para hacernos libres en un
instante; pero no puede violar nuestra libertad. Nosotros somos libres de arrepentirnos y acudir
a Jesús nuestro Redentor o quedarnos para siempre en el pecado.
Se discípulo de Jesús y serás eternamente libre.
Que
Dios los bendiga.