Si me amáis, guardad mis mandamientos. Juan 14:15;21-24

Si me amáis, guardad mis mandamientos.  El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.  Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?  Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.  El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.”

CONCLUSIONES

Todos creen en un Dios, exceptuando los ateos; muchos creen amar a Dios, todos los creyentes están seguros que llegarán al cielo, sea mediante el amor de Dios o porque se creen buenos para merecerlo; pero muy pocos están conscientes de que llegar al cielo requiere cumplir con unos requisitos.  La salvación es gratis y la obtenemos mediante el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario, quien con su sangre derramada nos redime de todo pecado y nos da la entrada ante el Padre Celestial; esto es simple, solo que si la persona no se arrepiente, no recibe a Jesucristo en su corazón y fuera de lo anterior tampoco obedece, entonces seguirá destituido del reino del Dios, de igual manera como lo está la humanidad después de la caída de Adán.

Si realmente creemos en Dios, entonces también le amaremos y este amor se demuestra mediante el cumplimiento de los mandatos que hay en la Biblia, no solo los diez mandamientos, sino los aproximadamente cuatrocientos ochenta y cinco existentes en toda la Palabra.  La salvación no es por obras, sino mediante la fe; sin embargo si la fe no tiene obras, es una fe muerta que no sirve para salvación; de ahí que el que tiene fe real, también lee la palabra y cumple con los mandamientos.  Por ejemplo hay una mandamiento que es NO MENTIR (Levítico 19:11); si crees en Dios y tienes fe en El; pero sigues mintiendo; entonces esa fe es muerta, no sirve de nada, ya no es fe para salvación; sino fe para perdición.

El que no obedece la Palabra de Dios, simplemente no ama a Dios y por consiguiente tampoco cree en El.  Esto por supuesto lo convierte en enemigo de Dios y en reo de juicio eterno.  He aquí un gran abismo entre CREER y OBEDECER.

Bendiciones de guardar la Palabra de Dios.

1.  El Padre le amará.

Si guardamos la Palabra, Dios nos amará y se manifestará en nuestras vidas con abundante bendición; así mismo lo hará su Hijo Jesucristo.

2.  El Padre y el Hijo vendrán a él.

La presencia del Padre y el Hijo estarán en nuestras vidas a través de la persona de Su Santo Espíritu, quien nos consolará y nos sacará triunfantes de cualquier tentación, de cualquier tribulación o de cualquier mal que venga contra nosotros.

3.  El Padre y el Hijo harán morada con él.

Somos tempo del Espíritu Santo de Dios y este Espíritu Santo en representación del Padre y del Hijo vendrá y morará con nosotros hasta el fin de nuestra existencia física; luego estaremos en persona y frente a frente en la presencia de Dios.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

 

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