La puerta estrecha (Mt. 7.13-14)

Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. (Mt. 7.13-14)

Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, y encaminándose a Jerusalén. Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos. Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Y he aquí hay postreros que serán primeros, y primeros que serán postreros”. (Luc 13:22-30)

CONCLUSIONES:

1.  La puerta estrecha es aquella donde:

El hombre entrega su vida a Dios y continúa haciendo su Santa Voluntad.

El hombre renuncia a la carne y sus deseos y se consagra plenamente para Dios.  El mundo y sus placeres son contrarios al Espíritu y solo ayudan a la perdición del hombre espiritual; pues Dios es NETAMENTE ESPIRITUAL.

El hombre empieza a sufrir tribulaciones y persecuciones por causa de Jesucristo y su Evangelio.  Esto es obra de Satanás que siempre se ha interpuesto en los planes de Dios.  El plan de Dios es que todo hombre conozca la verdad y llegue a la SALVACIÓN; pero Dios no puede obligar a NADIE a que se salve; pues nos ha dado LIBRE ALBEDRÍO desde el principio de la creación.

El hombre se niega a sí mismo, esto es que doblega su orgullo personal, su EGO y echa todo tipo de vanidades de su vida, consiguiendo con esto virtudes como la  humildad, la mansedumbre y el arrepentimiento; los cuales agradan a Dios.

El hombre empieza a amar verdaderamente a su prójimo, tratándolo y ayudándolo como si fuera a él mismo.

El hombre empieza a amar a Dios en espíritu y en verdad, por sobre todas las cosas.

El hombre abandona su naturaleza pecaminosa y vive una vida de SANTIDAD, por medio de Jesucristo.

El hombre CARNAL, empieza a ser realmente ESPIRITUAL convirtiéndose en un hijo de Dios, coheredero con JESUCRISTO de los reinos celestiales.

¿Por qué se llama estrecha?

Porque por ella no cabemos con nuestros pecados, con nuestra rebeldía, con nuestra desobediencia, con nuestros vicios, con nuestro afán por el mundo, con nuestros deleites carnales, etc.  Tenemos que despojarnos de todo esto para poder que quepamos por la puerta angosta.  El camino que conduce a la puerta angosta se llama JESUCRISTO, pues solo a través de él, podemos llegar a ser salvos.

Si un supuesto santo, un ídolo, una imagen, un líder, un maestro, una religión o cualquier otra cosa te convencieron de que te llevarían al cielo, sin duda alguna es satanás que te lleva arrastrando al infierno.  No es lo que nosotros pensemos, no es lo que nuestros líderes nos digan, es lo que dice la Palabra de Dios, es solo a través de Jesucristo.


2.  La puerta ancha es aquella donde:

"Es la que sigue Vicente y toda su gente."  Quiero decir, que es la que sigue la mayor parte de la humanidad por varios motivos expuestos a continuación.  La Palabra de Dios dice: Muchos son los llamados y pocos los escogidos.  El problema es que "Vicente" no es más que el rey de este mundo, que es Satanás, el cual está esperando su justo juicio.

El hombre no cree en Dios y pone su mirada en las cosas del mundo: Mujeres, dinero, posesiones, círculos sociales, política, ídolos, etc.

El hombre si cree en Dios pero le falta la OBEDIENCIA, y sin obediencia es imposible alcanzar la santidad, por lo cual  su muerte espiritual es irremediable.

El hombre cree en Dios; pero también cree en el mundo; o sea que vive para dos señores y DIOS NO COMPARTE SU GLORIA CON NADIE.  El hombre ES o NO ES; pues los tibios y los fríos DIOS los vomitará de su boca.  El hombre dice creer en Dios, pero vibra ante un partido de futbol y se duerme en la iglesia.

El hombre deposita su confianza en las religiones.  No hay ni ha habido jamás ninguna religión que pueda salvar al hombre, SOLO JESUCRISTO Y SU EVANGELIO pueden salvar al hombre.  Como resultado, el hombre se escuda tras una "fachada", pretendiendo que con ello tiene asegurada la salvación y consolándose para poder vivir a su manera (esto es en una vida pecaminosa).

El hombre vive a su manera el Evangelio, buscando interpretaciones amañadas que no choquen son su estilo de vida.  Me dijo Dios un día "Hay de aquellos que tuercen mi palabra para acomodarla a sus propios deseos".

La vida del hombre se rige por sus propios principios, los de su raza o comunidad, olvidándose por completo de los designios de Dios.  El hombre cree que se va a salvar, porque hace lo que a él le parece bueno o lo que acostumbra su pueblo; así choque con la Palabra de Dios.

El hombre se entrega totalmente a la maldad, participando en muertes, hurtos, destrucción, fornicación, adulterio, hechicería, borracheras, mentiras, etc.;  con lo cual asegura la MUERTE SEGUNDA o MUERTE ESPIRITUAL que consiste en estar toda una eternidad en el LAGO QUE ARDE CON FUEGO Y AZUFRE.

El hombre confía más en sí mismo y en sus propias condiciones, cree ser autosuficiente; el orgullo y la vanidad han tomado el control total de su vida.  Hay que recordar que nuestro origen es Dios y que al Él debemos volver para completar la verdadera razón de nuestra existencia.

El hombre confía más en la ciencia que en Dios, llegando a poner en duda el origen de la creación y diciendo que eso ocurrió por EVOLUCIÓN; no sabiendo que la misma sabiduría fue entregada por Dios al hombre.

El hombre se despreocupa totalmente de su situación espiritual y se entrega a los designios de la carne y sus deseos.  Es un hombre "veleta" que navega para donde lo lleve el viento.

¿Por qué se llama ancha?

Porque es muy fácil seguirla y se nos permite pasar por ella aunque seamos el "peor criminal del mundo".  Basta con "cruzarse de brazos y no hacer nada" para que resulte participando en la maldad, en los vicios y sobretodo en la desobediencia a Dios.  Hay que recordar que todo tiene su límite; pues un día Dios cerrará las puertas del arrepentimiento y ya no habrá nada que hacer, como quien dice “la suerte quedó echada”.

Debes escapar de la puerta ancha, reconociendo que eres pecador, entregando tu vida a Jesucristo y viviendo una vida de obediencia y santidad; solo así podrás cruzar la puerta estrecha que conlleva a la vida eterna.  Recuerda que los que caminan por la puerta ancha; son TOTALMENTE DESCONOCIDOS para Dios y a estos dirá "No os conozco, id malditos al fuego eterno del infierno".

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

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