No podemos servir a dos señores. Lucas 16:13-15


“Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él. Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.”


CONCLUSIONES.

Frente a nosotros hay dos caminos bien diferenciados: El camino que conduce a Dios y la vida eterna y el camino que conduce a la perdición, que es para donde va la mayoría de la gente.

Para poder andar por el primero, se necesita santidad; pues sin esta nadie verá a Dios; y santo es todo el que abandona el mundo con sus pecados, sus pasiones y sus deseos y consagra su vida a Dios.  Si no hacemos nada por encontrar el primer camino, el segundo nos encontrará a nosotros y nos arrastrará.

Una de las cosas que tiene mucha fuerza y que arrastra al hombre, son las riquezas; casi todo el mundo anhela tenerlas y disfrutarlas y así aumentar su orgullo, su ego, su vanidad, su vanagloria, su status y su poder; pensando que Dios nos dio la vida solo para disfrutar de lo que él nos puso a nuestro alcance.

No se puede estar al mismo tiempo en los dos extremos; o servimos a Dios, o servimos al mundo.  Sin embargo hay personas que lo quieren tener todo, quieren tener a Dios pero también quieren tener al mundo con sus riquezas y sus placeres; pero Dios es muy claro al advertir que no podemos servir a ambos al mismo tiempo.

Decídase hoy, su vida eterna puede estar en peligro.  Recuerde que el mundo no puede dar salvación; pero Dios sí, a través de su hijo Jesucristo.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

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