Los tres verbos que conducen a la vida eterna. Juan 5:24-25,29.

"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán... Y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación".


CONCLUSIONES.


¿QUÉ ES LA VIDA ETERNA?

Es posible que el término "vida eterna" no te llame mucho la atención, debido a que en este momento tienes otras preocupaciones o vives demasiado bueno para atormentarte por algo que ni siquiera conoces.

La frase VIDA ETERNA está compuesta por dos términos que traducen:

VIDA Paz, felicidad, amor, sosiego, comunión íntima con Dios, ausencia total de problemas, etc.
ETERNA Quiere decir que el anterior estado nunca tendrá fin.



¿QUÉ HAY QUE HACER PARA ALCANZAR ESTE ESTADO?

Indiscutiblemente, hay que OÍR la Palabra de Dios, CREER en lo que nos dice su Hijo Jesucristo y finalmente HACER o cumplir sus mandatos.  Este es el verdadero conocimiento práctico de Dios,  y el único conocimiento que da vida eterna.

El OÍR.

Es lo mismo que leer, estudiar o escuchar la palabra de Dios.  Este es el principio de nuestra Salvación.  Si no conoces las escrituras, tampoco sabrás qué es lo que Dios quiere que le creamos y mucho menos podemos hacer su Santa Voluntad.  La FE ciertamente crece en nosotros mediante la lectura o escucha de la palabra de Dios y sin FE es imposible agradar a Dios

Los muertos en Cristo oirán su voz, cuando el venga por segunda vez a llevarse a su Iglesia.  Los muertos en Cristo, solo están descansando y tienen el oído afinado y en total vigilancia, para escuchar el llamado de Cristo y partir hacia la eternidad.  Pero esto solo se logra, si en su vida carnal, escucharon la Palabra de Dios y creyeron en ella; de lo contrario solo resucitarán en el día del juicio final para recibir el veredicto y luego ir al lago de fuego y azufre que arde por una eternidad.


El CREER.

Cuando conocemos la palabra de Dios, entonces podemos decidir si le creemos o no a Dios.  Si le crees bienaventurados sois, porque vas por buen camino.  Dios dice en su Palabra que el que no cree ya ha sido condenado y tiene toda la razón, porque ¿cómo vamos a ejecutar o hacer algo que no creemos en pleno uso de nuestra libertad?  Si crees de corazón, entonces tu actitud te llevará hasta el siguiente verbo (hacer); puesto que la fe sin obras está muerta.  No puedo salvarme solo con creer en Dios, también hay que hacer su voluntad.


El HACER.

¿Si no hacemos lo que oímos y creímos entonces cómo podemos hacer la voluntad de Dios?  Jesucristo en su Evangelio nos dice que el que hace la voluntad de Dios, ese es hijo de Dios y si es hijo, también heredero del reino de los cielos.

No podemos creer en Dios y seguir haciendo nuestra propia voluntad; hay que poner la voluntad de Dios por encima de la nuestra, hay que someter nuestra voluntad; para que prevalezca la de Dios.  Si seguimos obedeciendo a la carne y no a Dios, quiere decir que todavía no hemos nacido de nuevo, que todavía nos gobierna el pecado y la carne; por lo cual no podremos entrar al reino de Dios.

***

Estimado amigo, si estás fallando en alguno de estos tres verbos, indudablemente estás en graves problemas, TU VIDA ETERNA está "embolatada".  Si no has cumplido con ninguno de ellos, no estás en graves problemas, estás peor; pues eres un DESCONOCIDO PARA DIOS.

Que Dios te bendiga y te ayude a encontrar sus caminos.

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