¿Es necesaria la tribulación? Hechos 14:21-22


“Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”
 

CONCLUSIONES.
Tribulación equivale a sufrimiento, a problema, ya sea en la carne o en el alma y eso no le gusta al ser humano.  Al hombre le gusta vivir bueno, en abundancia, sin compromisos, sin mucho trabajo, sin mucho desvelo, sin mucho esfuerzo, satisfaciendo todas sus necesidades y también todas sus aspiraciones y sus caprichos.

¿Si la tribulación lo que hace es angustiarnos y a veces sacarnos de nuestros cabales, entonces por qué dice Dios que es necesaria para poder entrar al reino de Dios?

Hay varios aspectos que encierran este misterio:
1.  La tribulación es necesaria para hacer reflexionar al hombre y también hacer que se arrepienta de sus malos caminos.  Solo cuando estamos enfermos, cuando hay crisis financiera, cuando hay persecución, cuando perdemos lo más querido, cuando tenemos un allegado con discapacidad, cuando perdemos las fuerzas para luchar, entonces es que nos acordamos que hay un Dios que gobierna todo el universo.  Cuando a nosotros se nos acaban todos los recursos, la vitalidad, las fuerzas, las soluciones, entonces nos acordamos que hay un Dios infinito en sabiduría e inteligencia.

2.  La tribulación es necesaria para que el hombre caiga de rodillas delante de Dios, es decir que se entregue humillado a los pies de Jesús.  Solo así Jesús podrá limpiarnos, restaurarnos y hacernos verdaderos hijos de Dios.
3.  La tribulación es el horno de fuego donde se purifican las almas, dado que tenemos que ser probados como el oro y esa suciedad que queda por encima del oro hirviente, Dios la quita para purificarnos; pero esto solo sucede si nuestra vida está hirviendo en ese horno de la tribulación.

4.  Al final de cada tribulación, Dios se glorifica dándonos la salida a cada problema; de esta manera nosotros aceptamos y reconocemos que hay un Dios que todo lo puede y que es infinito en poder y en misericordia.  Generalmente Dios solo acude, cuando desde el punto de vista humano ya no hay solución; para que el hombre reconozca que fue Dios quien le dio la mano y que no fue por mera suerte, o por inteligencia que salió triunfante.
Si una persona vive tan bueno, que puede decir que se siente como si estuviera en el cielo; entonces ya estará con los pies en el infierno; pues cuando creemos que todo está a nuestro favor, incluyendo a Dios, entonces solo pensamos en disfrutar la vida y subsecuentemente se nos olvida que hay un Dios al que tenemos que buscar y que después de muertos, tendremos que presentarnos delante de El para darle cuenta de nuestros actos.  Le sucede como al rico, que cuando está “tapao” de plata, siente que lo tiene todo y entonces dice:  “Este es mi Dios”, refiriéndose a sus riquezas.  Así mismo cuando una persona se siente feliz, llena y que no le hace falta nada, entonces se puede convertir en un rico espiritual y desecha a Dios, supuestamente porque lo tiene todo.

Por eso dijo Jesús:  Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.” Mateo 5:3  En la medida en que aumente la tribulación, sentiremos más necesidad de Dios y esto nos conducirá a ser pobres espirituales o mejor dicho necesitados espirituales.
Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

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