Su misericordia es grande
Su misericordia es grande
“Por la misericordia de Jehová
no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu
fidelidad.” Lamentaciones
3:22-23
Somos conscientes que la mayor necesidad
que tiene el mundo es la espiritual. Hay
una gran crisis por todas partes a pesar de que el mundo está lleno de
religiones, de credos, de filosofías.
Hay un enorme vacío en el interior de cada hombre que no ha podido ser
llenado a través de la religión, los credos, las filosofías o el humanismo, ni
de otras cosas como los placeres, los vicios, el afecto familiar, los cuales no
pueden llenar ese vacío, porque ese vacío solo lo puede llenar la presencia del
Dios todopoderoso.
Por
mucho que el hombre se afane, vaya de un lugar a otro, y haga diferentes
esfuerzos, es imposible que su corazón sea libertado o edificado; solamente la
obra redentora de nuestro Señor Jesucristo y el Evangelio harán el cambio. Se está predicando por todas partes, precisamente
porque ese fue un mandato que el Señor le diera a la iglesia: “Id por todo el mundo y predicad el
Evangelio a toda criatura” (Mar. 16:15); pero muchas personas, por
diferentes situaciones, se ven impedidas para venir al Señor; se sienten
atadas, encadenadas, comprometidas por otras cosas.
Algunas
personas son tratadas por la humanidad como si fueran el desecho del mundo,
pues han caído en lo más profundo del pecado, en la depravación, la
inmoralidad, los vicios; la gente no quiere bregar con ellos, no quiere
acercarse, no quiere ayudarlos a que salgan de esa condición, porque consideran
que ya no tienen arreglo, que no tienen solución, que no hay medicina que los
cure, que no habrá mejoría.
Hermanos,
quiero decirles que, aunque las personas que han caído en esta condición estén
excluidas por el resto de la humanidad, no están excluidas de la misericordia y
de la gracia de Dios; quiero decirles que para la misericordia de Dios no hay
barreras, no hay fronteras, ni dificultades que puedan impedir su salvación.
Amigo,
si quiere clame a Dios y Él le atenderá; llegará a su vida, no importa cuál sea
la condición en la que usted se encuentre, para Dios no hay barreras, no hay
obstáculos, no hay imposibles, Dios puede sanarlo, puede hacer un milagro, puede
libertarte de la droga, de la prostitución, de la inmoralidad, puede sacarte de
la desgracia, de la miseria. El vino a
darnos una vida mejor. Amen.
Rev. Gustavo Martínez
Presidente
Internacional del M.M.M.