¿A dónde piensas ir? Hebreos 12:14


“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”

 

CONCLUSIONES.

Este mensaje es corto; pero de vital importancia para que usted sepa como está su situación espiritual.  Muchos creen que hay un Dios y también creen que hay una vida eterna después de la muerte; pero esto no es un salvoconducto para entrar en el reino de Dios.  Tampoco lo es el hecho de pertenecer a una religión tradicional ni tampoco el hacer buenas obras o no hacerle daño a nadie.

Muchos están seguros de que no van a ir al infierno; ¿pero están haciendo algo para no ir a ese lugar cuando mueran?  El hombre por naturaleza es perezoso y conformista; pues se ha conformado con pensar que Dios es bueno y así de esta forma esperar la salvación sin sacrificio alguno. 

La salvación es gratuita; pero requiere sacrificio de parte de nosotros; es necesario buscar la SANTIDAD; porque al cielo no entrarán personas contaminadas por el mundo y por el pecado.  La mentira, las exageraciones, la vulgaridad, los celos, las contiendas, el orgullo, la altivez, la vanidad, la idolatría, el adulterio, el despilfarro del dinero, la injusticia con el prójimo, el atesorar riquezas, la usura o ganancias desmedidas, la deshonestidad, el hurto, la ausencia de amor y misericordia, la rebeldía ante las autoridades, la rebeldía ante los llamados de Dios, los cultos profanos (a cosas del mundo como lo que se hace en las tabernas y discotecas), los vicios (como las bebidas embriagantes), el ignorar las necesidades del prójimo, etc.; todas estas cosas son actos pecaminosos delante de Dios, lo que nos lleva a la contaminación y al aislamiento de la gracia de Dios, dando como resultado que nuestra vida futura sea en el infierno y no en los cielos en compañía de Dios.

Dios no le preguntará a dónde quiere ir o qué quiere escoger (si el cielo o el infierno), son sus actos en esta vida temporal los que marcarán el rumbo a tomar cuando su cuerpo físico muera.  El rico Epulón no tuvo la oportunidad de escoger a dónde quería ir; fueron sus actos los que lo llevaron al infierno.  Así mismo nosotros tenemos que actuar hoy que estamos en el cuerpo; porque mañana cuando estemos en el espíritu, ya no podremos escoger y será Dios quien determine nuestro destino eterno.

Busca a Jesucristo, entrega su vida a él y empieza a vivir una vida de obediencia y santidad a Dios; pues este es el boleto de entrada al reino de los cielos.  No te hagas falsas ilusiones, pues sin santidad nadie verá a Dios y la Palabra no miente.  Miles de almas van a parar diariamente al infierno por despreciar el sacrificio de Jesucristo en la cruz del calvario; espero que usted no sea uno de ellos.  Y si está pensando que hay otros caminos fuera de Jesucristo para llegar al cielo, está muy equivocado; pues Jesucristo es el único nombre dado por Dios a los hombres a través del cual podamos ser salvos.

Esto es similar a creer que tendremos unas espectaculares vacaciones en alguna isla del caribe; para lo cual nunca hemos ahorrado, ni hemos hecho ningún plan.  No habrá un rico esperando con todo listo a que nosotros le digamos que queremos unas vacaciones.  Hasta que no hayamos escogido y pagado el plan, no podemos disfrutar de las vacaciones.  Así mismo, hasta que no hayas acudido a Jesucristo y aceptado su plan de salvación no podrás ir al cielo. 

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Entradas populares de este blog

El sueño espiritual. Romanos 13:11-14

El poder del evangelio (Romanos 1:16-17)

En ningún otro hay salvación. Hechos 4:11-12