¿Hay muchos dioses, cuál de ellos es real?
En ese mundo hay infinidad de dioses y cada religión, secta o doctrina apuesta el todo por el todo asegurando que el dios a quien siguen es el único y que también es el verdadero. ¿Pero quién tiene la última palabra?
Texto:
1 Corintios 8:4-6.
“Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los
ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un
Dios. Pues, aunque haya
algunos que se llamen dioses, sea en el cielo, o en la tierra (como hay muchos
dioses y muchos señores), para nosotros, sin embargo, solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para
él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual
son todas las cosas, y nosotros por medio de él”.
CONCLUSIONES.
En estos días escuché a un miembro de una secta a nivel
mundial, que aseguraba sin titubeos que el dios que él seguía era el único y
verdadero; la verdad es que los hombres que están cobijados bajo alguna
religión, secta o doctrina, no estarían allí si no estuvieran completamente
seguros de que su dios les concederá la salvación una vez mueran y desaparezcan
de este plano físico.
Hay varios métodos por los cuales se establece esta
seguridad personal para con su dios: Uno es mediante el estudio de la Palabra de
Dios (Jehová de los ejércitos para el caso del cristianismo), la cual da la
inteligencia y sabiduría necesarias para discernir entre el bien y el mal,
entre lo real y lo imaginario; otro método es la convicción que obtienen los
siervos de Dios mediante una relación personal con su Creador y el tercer
método en que vive la mayoría del mundo es la suplantación, donde espíritus
inmundos y demonios son los que gobiernan el corazón y la mente del hombre y
hacen que estos se sientan seguros de su vida espiritual en cualquier secta o
religión, aunque esta los lleve a la perdición.
A continuación, se presenta una lista de algunos de los
dioses más relevantes en diversas religiones del mundo (según IA), junto con el
nombre de la religión que presiden o en la que son figuras centrales. También se
indica lo que se puede decir racionalmente sobre su existencia desde una
perspectiva crítica y basada en evidencia:
🛕
Religiones politeístas o mitológicas
Dios/Diosa |
Religión o Mitología |
Reales o no |
Zeus |
Mitología griega |
No, figura mitológica |
Odin |
Mitología nórdica |
No, figura mitológica |
Ra |
Mitología egipcia |
No, figura mitológica |
Shiva |
Hinduismo |
Parte del sistema de creencias; no verificado
empíricamente |
Krishna |
Hinduismo |
Figura divina, posiblemente inspirada en personajes
históricos, pero no comprobado como deidad real |
Quetzalcóatl |
Mitología mexica/azteca |
No, figura mitológica |
✝️
Religiones monoteístas abrahámicas
Dios |
Religión |
Reales o no |
Dios (YHWH/Alá) |
Judaísmo, cristianismo, islam |
Figura central de fe; no comprobado empíricamente |
Jesucristo (como Dios encarnado) |
Cristianismo |
Figura histórica en parte, pero su divinidad es asunto
de fe, no demostrada científicamente |
Alá |
Islam (mismo Dios que en judaísmo/cristianismo, pero
con diferente interpretación) |
No verificado empíricamente |
🕉️
Religiones dhármicas
Dios o Principio |
Religión |
Reales o no |
Brahman |
Hinduismo |
Principio absoluto, metafísico; no empíricamente
comprobado |
Buda (como figura espiritual, no dios) |
Budismo |
Personaje histórico real (Siddhartha Gautama), pero su iluminación
y carácter trascendente no son empíricamente verificables |
🌍
Religiones africanas y tradicionales
Dios o Espíritu |
Religión o Región |
Reales o no |
Olodumare |
Religión yoruba |
Figura mitológica |
Nzambi |
Bantu (Kongo, Angola) |
Figura espiritual no comprobada |
📜
¿Son reales?
Desde una perspectiva empírica y científica, no hay
evidencia directa o verificable de la existencia de ninguno de estos dioses. Su
realidad depende completamente de la fe, tradición, experiencia personal o
revelación espiritual de cada religión. Desde una perspectiva académica o
histórica, algunos personajes (como Buda o posiblemente Krishna o Jesús)
pudieron haber existido como personas históricas, pero sus atributos divinos no
pueden probarse científicamente.
Nota. La anterior lista y sus conclusiones fueron
obtenidas mediante inteligencia artificial, por lo cual aquí no se presenta
ningún concepto con fundamento bíblico.
DICTAMEN.
No demostrado o no comprobado empírica ni
científicamente, son los conceptos emitidos sobre su real existencia, aún del verdadero
Dios Jehová de los Ejércitos y su hijo Jesucristo, del cual vamos a citar
varios puntos trascendentales que definen su veracidad e idoneidad como único
Dios.
1. La
creación del universo.
Solo hay un creador que es Jesucristo, quien es el Verbo de Dios, el cual hizo los cielos, la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay. Si los demás dioses fueran reales, también tendrían la capacidad de crear y entonces no hubiera una sola tierra, sino infinidad de tierras paralelas; pero, aunque se ha hablado de extraterrestres durante mucho tiempo, aún no hay evidencias claras de que haya vida en otros planetas y más bien sí hay evidencia de otros mundos, aún en las profundidades de nuestro planeta, como lo es el infierno: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Génesis 1:1.
Y en el siguiente texto se especifica la persona: “Dios,
habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres
por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien
constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”.
Hebreos 1:1-2.
2. El
testimonio vivo de la creación.
La belleza de la creación y la complejidad de cada ser
vivo, denotan claramente la existencia de un creador sobrenatural, cosas que no
pueden hacer los otros dioses allí citados, ya que son figuras mitológicas o
líderes que tuvieron existencia terrenal y que luego murieron: “Porque las
cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas,
de modo que no tienen excusa”. Romanos 1:20.
3. La
creación alaba al verdadero Dios.
Toda la creación abre su boca y alaba a su Creador, y aunque
físicamente las cosas creadas no tienen boca para hablar, en el plano
espiritual sí pueden hablar y expresarse y de esta forma confirman la idoneidad
de Jehová, el que está sentado en su trono y al Cordero Jesucristo que está
sentado a su diestra: “Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la
tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos
hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza,
la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos”. Apocalipsis
5:13.
4. El
plano donde se manifiesta Dios.
Un dios que nazca, viva y muera en este plano físico,
indefectiblemente es temporal; por lo tanto, se requiere que un dios real tenga su
existencia en el plano espiritual y que también sea eterno, como sí los es
Jehová de los Ejércitos: “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro
de justicia es el cetro de tu reino”. Salmos 45:6.
5. La
encarnación de Dios.
Ninguno de los otros dioses tiene morada en los reinos
celestiales (mucho menos tratándose de figuras mitológicas) y además de eso
ningún otro dios tiene un hijo de nombre Jesucristo, el cual así mismo fue
enviado a tomar cuerpo de hombre, para que pudiera ejecutar el plan de
redención para la humanidad: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de
gracia y de verdad”. Juan 1:14.
Si hacemos memoria, ningún otro dios ha enviado a su hijo
a ejecutar un plan de redención para la humanidad (si es que tienen hijos), más
bien pareciera que esos dioses se complacieran con el pecado del hombre y hasta
se hicieran partícipes de ellos.
6. La
muerte en la cruz del calvario y su posterior resurrección.
Este es el acontecimiento más significativo de un dios
real; pues el cristianismo tiene por Dios absoluto a Jehová de los Ejércitos,
porque envió a su hijo Jesucristo a morir en la cruz del calvario, para con su
sangre derramada en la cruz, lavarnos de nuestros pecados y justificarnos
delante del Padre. Pero si Jesús se
hubiera quedado muerto no habría redención del hombre; sin embargo, Dios el
Padre lo resucitó al tercer día, lo levantó de entre los muertos y lo sentó a
su diestra en los lugares celestiales.
Esta es la mayor de las evidencias que debe mostrar un
dios real (la prueba reina); pues esto no lo puede lograr ninguna figura
mitológica, ni tampoco ninguna persona humana; y básicamente tenemos que creer
en nuestro Señor Jesucristo como salvador, porque es el único en todo el
universo que se atrevió a despojarse de su divinidad, para hacerse hombre y
morir en una cruz, y así pagar el precio del rescate de la humanidad que estaba
sumida en el pecado y que seguirá sumida mientras no acuda arrepentida a los
pies de Jesús.
7. El
nacimiento del hombre interior.
Esta evidencia del Dios real ya se da a nivel de cada
persona y consiste en que luego de su conversión a Cristo, en la persona puede
ocurrir el nuevo nacimiento mediante el bautismo en el Espíritu, evento en el
cual el Espíritu Santo de Dios entra a morar en su corazón y el hombre tiene
por fin una cercanía con Dios, donde puede disfrutar de una comunión completa
con Él; relación en la cual hay conversaciones, revelaciones, exhortaciones de
parte de Dios, visiones del cielo y todo su entorno y donde también el
cristiano recibe consuelo, amor, paz y abundantes bendiciones espirituales y
también terrenales.
Y por esa razón es que los cristianos podemos exclamar
que nuestro Dios Jehová es un Dios vivo y tan real que puede convivir con
nosotros en nuestros corazones y tan real y poderoso que nos puede conceder
también vida eterna en el reino de los cielos.
8. El testimonio de Jehová Dios.
El Dios del cristianismo afirma “que no hay más que un
Dios” y también que “solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las
cosas”, “y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas”.
Así mismo Él asegura que hay muchos dioses que solo son ídolos, que nada son en
el mundo y que solo están representados por figuras muertas de metal, de
madera, de yeso o de piedra. Si lo dijo el que creó absolutamente todo, y dice
que no hay más dioses, entonces es porque es cierto; de lo contrario habría una
batalla campal de dioses disputándose el trono allá arriba en los cielos, y
recordemos que el único que quiso compararse con nuestro Dios fue Lucifer,
quien fue expulsado del reino de los cielos y confinado a sufrir el castigo
eterno en el lago de fuego y azufre; y luego de esto no resultó ningún otro personaje
en los cielos que quisiera ser “dios”.
Estimado hermano y amigo, solo hay un Dios que creó todo el
universo y se llama Jehová de los Ejércitos, quien así mismo tiene un hijo
primogénito de nombre Jesucristo, a quien hizo señor de toda la creación
incluyendo a los hombres y a quien encargó el plan de redención de la
humanidad, que incluía la muerte en una cruz y la posterior resurrección al
tercer día mediante el poder del Padre.
¿Todavía tienes dudas de quién es el dios real? Ven al
cristianismo y recibe a Cristo como tu salvador, para que Él te limpie de toda
maldad y te conduzca al reino preparado para los que creen en su nombre y para
los que deciden vivir en obediencia y santidad, esperando esa vida eterna que
ha prometido a todos sus seguidores: “Mas a todos los que le recibieron, a
los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
Juan 1:12.
Analice esto usted mismo, ¿Por qué habría de creer en un dios que
está muerto o que solo es una estatua y que tampoco murió en una cruz para con
su sangre limpiarme de toda mi maldad y hacerme apto para entrar en el reino de
los cielos? Si desechas al verdadero Dios, estarás también desechando la vida
eterna para tu alma en el reino de los cielos.
Que Dios los bendiga grande y
abundantemente.
Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario. Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu. A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad. Amen”. Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21.
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