El que no es conmigo, contra mí es. Mateo 12:30-37

“El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. ... O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”


CONCLUSIONES.

"El que no es conmigo, contra mí es" hace referencia a la LEY DE LOS OPUESTOS descrita por la sabiduría del mundo; pero también utilizada grandemente en el ámbito espiritual.  En este ámbito luchan el REINO DE LA LUZ y el REINO DE LAS TINIEBLAS, dos grandes opuestos; que tratan por todos los medios de ganar las almas del mundo para la vida eterna (la luz) o para la perdición (las tinieblas).

Por supuesto que esta ley también se tiene que cumplir en nosotros; pues no podemos ser neutrales (estamos en luz o en tinieblas), y es por eso que Jesucristo nos advierte que el que no está a favor de él, es decir haciendo lo que él hace y participando en la Gran Obra de Jesucristo; entonces indiscutiblemente está contra Dios.  Un ejemplo sencillo de esta situación, la encontramos en una taberna, donde las personas están bebiendo, escuchando música que le canta al mundo y dando rienda a las pasiones de la carne. 

Allí no hay absolutamente nada que alabe a Dios o que esté a favor de Dios (aunque todos digan que creen en Dios y que solo se están divirtiendo sanamente); es más, estas tres cosas son pecaminosas porque: a) Beber licor está categóricamente prohibido por la palabra de Dios. Isaías 5:22; 1 Corintios 6:10  b) Dios nos creó para su gloria, honra y alabanza y no para alabar al mundo.  Salmos 148 y 150.  c) Y por último las pasiones y los deseos de la carne son contrarios al espíritu y si la carne prevalece sobre el espíritu, entonces el espíritu sucumbirá conjuntamente con la carne, esto es la condenación o muerte segunda.  1 Juan 2:15-17.

Una de las formas de reconocer si una persona anda en la LUZ o en las TINIEBLAS es por sus frutos.  Los buenos frutos son: Amor (el mayor de ellos), paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, justicia, etc.  Por su puesto que las palabras ociosas, soeces y vulgares no son un buen fruto, porque son contrarias a los preceptos divinos y se convierten en desobediencia y maldad; por eso Dios dice que daremos cuenta de ellas en el día del juicio.

Si esto llegó a su corazón, recuerda que Cristo le ama y desea que cambies de vida.  Dios no comparte su gloria con nadie y desea que usted se entregue a él en alma, corazón y vida, para que él pueda ser su padre y usted su hijo.  Si estás entregado al mundo, con el mundo también perecerás y si estás entregado a Dios, heredarás la vida eterna.

Que Dios los bendiga.

Entradas populares de este blog

El sueño espiritual. Romanos 13:11-14

El poder del evangelio (Romanos 1:16-17)

En ningún otro hay salvación. Hechos 4:11-12