Funciones del Consolador. Juan 16:7-14.


“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.”

CONCLUSIONES.

El Consolador es el mismo Espíritu Santo de Dios (la tercera persona de la trinidad), el cual envió Jesucristo al mundo una vez resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo; de tal forma que aquí en la tierra siempre hubiera una persona de la trinidad atendiendo los asuntos del reino, ante la gran multitud de las ovejas del rebaño de Jesucristo.

Estas son las diversas funciones, enfocadas desde el punto de vista de este texto bíblico:

1.  Convencer al mundo de pecado.

El Consolador es el que convence a una persona de que es pecador y lo motiva a llegar a los pies de Jesucristo pidiendo perdón.  El primer pecado del cual debemos arrepentirnos es la incredulidad como lo cita el texto bíblico: “Por cuanto no creen en mí”.  Esta acción del consolador se produce a causa de la misericordia de Dios, de la evangelización y de la oración intercesora de los hijos de Dios.

2.  Convencer al mundo de justicia.

El Hijo ascendió y se sentó a la diestra del Padre y solo le volveremos a ver el día que venga por segunda vez a llevarse a su iglesia.  Esto es justicia, por cuanto el hijo padeció y fue crucificado y por causa de su humillación fue resucitado, sentado a la diestra del padre y exaltado hasta lo sumo.

3.  Convencer al mundo de juicio.

El príncipe de este mundo que es satanás, ya fue juzgado; solo que no se ha hecho efectivo el juicio, por cuanto deben cumplirse otras cosas antes que eso.  Si satanás fuera encadenado ya, esto obligaría a todos los malos a ser buenos, y Dios necesita cristianos que le amen de corazón, no por obligación.  En nuestra situación de pecadores, estamos destituidos del reino de Dios, hasta que lleguemos a los pies de Jesucristo.  Nos damos cuenta que estamos en estado de juicio mediante la exhortación del Espíritu Santo.

4.  Guiar al cristiano a toda verdad.

El Consolador guía los pasos del cristiano y le revela los  misterios de la Palabra, de tal forma que no tenga dudas y vacíos que lo puedan conducir a falsas interpretaciones.  Para esta asistencia es necesario acudir al Espíritu Santo, antes de iniciar un estudio de la Palabra de Dios.

5.  Trasmitir todo lo que hable el Padre y el Hijo en relación a sus siervos.

A través del consolador se recibe palabra de ciencia, palabra de sabiduría y palabra profética; palabras que provienen directamente del Padre y que son entregadas a todos aquellos que le temen y guardan sus mandamientos.

6.  Hacernos saber las cosas que están por venir.

El Consolador nos declara las cosas que han de venir, escritas en el libro de las revelaciones (Apocalipsis) y también nos advierte sobre próximos eventos que de alguna forma tocarán la vida del cristiano.  Dios no hará nada sin que antes lo declare a sus siervos.

7.  Glorificar a Jesucristo.

El Consolador glorifica a Jesucristo, porque continúa con su obra, además de que nos recuerda toda la Palabra hablada por Jesucristo.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

 

 

 

 

Entradas populares de este blog

El sueño espiritual. Romanos 13:11-14

El poder del evangelio (Romanos 1:16-17)

En ningún otro hay salvación. Hechos 4:11-12