¿Qué debes hacer para ser salvo?
Apreciado amigo(a):
Mucho se habla acerca de la salvación: Que solo basta con creer en Dios para ser salvo, que en mi religión tengo la salvación, que todas las religiones llevan a un mismo Dios, que la fe te salvará…, etc. Pero la Biblia, que es la palabra de Dios, le dice al hombre:
“Y en ningún otro hay salvación porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)
Esto significa que las religiones, filosofías, conceptos y razonamientos humanos, no pueden garantizarle al hombre la salvación eterna del alma. Jesucristo se presenta al ser humano como:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” (San Juan 14:6).
Él es el único que puede presentarse a toda la raza humana como el gran salvador y garantizarle la salvación eterna del alma.
El pecado esclavizó la humanidad, y por esta razón Jesucristo vino del cielo a la tierra para llevar en Él el pecado de todos los hombres. Venciendo de esta manera al diablo, al pecado y a la muerte. (Colosenses 2:14, 15).
¿Qué debes hacer para ser salvo?
Esta es la gran pregunta que todos los seres humanos deberían formularse, porque de esto depende la vida futura en la eternidad. Esta misma pregunta la realizaron varios personajes bíblicos, por ejemplo:
El joven rico preguntó al Señor: “Maestro bueno ¿qué bien haré para tener la vida eterna?” (San Mateo 19:16).
Saulo de Tarso le preguntó a Jesús: “Señor: ¿Qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6).
El carcelero de Filipos preguntó a Pablo y a su compañero Silas: “¿Señores, qué debo hacer para ser salvo?” (Hechos 16:30)
Y la respuesta fue:
“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa.” (Hechos 16:30).
Apreciado amigo(a), no hay otro medio de salvación que pueda garantizarle al ser humano la salvación eterna del alma, ya usted es responsable ante Dios por lo que acaba de leer, le aconsejo que acepte hoy mismo a Jesucristo como su único y suficiente salvador, busque una iglesia donde le enseñen la verdad para que pueda comenzar una relación personal con Jesús.
Rev. Gustavo Martínez, Presidente del M.M.M.
Mucho se habla acerca de la salvación: Que solo basta con creer en Dios para ser salvo, que en mi religión tengo la salvación, que todas las religiones llevan a un mismo Dios, que la fe te salvará…, etc. Pero la Biblia, que es la palabra de Dios, le dice al hombre:
“Y en ningún otro hay salvación porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)
Esto significa que las religiones, filosofías, conceptos y razonamientos humanos, no pueden garantizarle al hombre la salvación eterna del alma. Jesucristo se presenta al ser humano como:
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.” (San Juan 14:6).
Él es el único que puede presentarse a toda la raza humana como el gran salvador y garantizarle la salvación eterna del alma.
El pecado esclavizó la humanidad, y por esta razón Jesucristo vino del cielo a la tierra para llevar en Él el pecado de todos los hombres. Venciendo de esta manera al diablo, al pecado y a la muerte. (Colosenses 2:14, 15).
¿Qué debes hacer para ser salvo?
Esta es la gran pregunta que todos los seres humanos deberían formularse, porque de esto depende la vida futura en la eternidad. Esta misma pregunta la realizaron varios personajes bíblicos, por ejemplo:
El joven rico preguntó al Señor: “Maestro bueno ¿qué bien haré para tener la vida eterna?” (San Mateo 19:16).
Saulo de Tarso le preguntó a Jesús: “Señor: ¿Qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6).
El carcelero de Filipos preguntó a Pablo y a su compañero Silas: “¿Señores, qué debo hacer para ser salvo?” (Hechos 16:30)
Y la respuesta fue:
“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa.” (Hechos 16:30).
Apreciado amigo(a), no hay otro medio de salvación que pueda garantizarle al ser humano la salvación eterna del alma, ya usted es responsable ante Dios por lo que acaba de leer, le aconsejo que acepte hoy mismo a Jesucristo como su único y suficiente salvador, busque una iglesia donde le enseñen la verdad para que pueda comenzar una relación personal con Jesús.
Rev. Gustavo Martínez, Presidente del M.M.M.