¿Qué significa ser cristiano?
El término cristiano ha sido estropeado y dividido hace
siglos, es perseguido y despreciado por muchos; existen diversas ideas muy
alejadas acerca de quién es un cristiano, hay quienes creen que ser cristianos
es algo así como afiliarse a alguna asociación o club, en los cuales es
necesario para cumplir unos reglamentos y nada más. Pero ser cristiano es mucho más que eso, pues
es una persona que debe reconocer su condición y su pecado y que es incapaz a
través de sus propios medios u obras lograr el perdón y la limpieza espiritual.
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24).
El perdón es algo que solo Dios otorga a quienes vienen a Él
mediante la fe en Cristo y en su sacrificio redentor, humillados implorando el
perdón y reconociéndole como su único y gran Salvador.
Ser cristiano no es simplemente hacer el bien y evitar el
mal, hay muchas personas honestas que trabajan para construir un mundo mejor e
intentan luchar contra la corrupción y la injusticia social, les mueven motivos
nobles y una ética humanista, sin embargo no por ello son cristianos ya que no
se trata de cumplir ciertos ritos o dogmas religiosos, sino de reconocer a
Cristo como el Señor y dueño de su vida y comenzar a vivir fielmente
obedeciendo su Santa Palabra para cumplir su voluntad, siendo así un verdadero
cristiano. Además, cuando una persona ha
recibido a Cristo como Salvador de su alma, recibe el perdón, recibe la vida.
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que
rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”
(Juan 3:36).
Y desde ese momento su vida es cambiada.
“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura
es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios
5:17).
Recibe la vida y naturaleza de Dios.
“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para
perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (Juan 1:9).
Y debe dejar aquellas cosas que antes practicaba y llenar su
vida con la Palabra de Dios.
“Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual
no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2:2).
Amigo, acepte el regalo de Dios. Él envió a su Hijo Jesucristo a morir en
nuestro lugar para que nosotros podamos ser salvos y no ir a condenación.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que,
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su
sangre, por Él seremos salvos de la ira” (Romanos 5:8-9).
De acuerdo con la Biblia, no se requiere que nos suscribamos
a una fórmula religiosa o hacer más cosas buenas que malas, sino de aceptar y
reconocer que Dios lo hizo todo por amor y que todo aquel que le reciba este es
un verdadero hijo de Dios.
“Mas a todos los que le recibieron a los que creen en su
nombre les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12).
“Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será
salvo” (Romanos 10:13).
Una vez que usted ha descubierto el camino para ser
cristiano y ha aceptado a Jesucristo como su Señor puede estar seguro de su
salvación y de su destino eterno.
“Jesús le dijo: Yo
soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
(Juan 14:6).
“El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en
sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en
el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: que Dios nos ha dado
vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no
tiene la vida. Estas cosas os he escrito
a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis
vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios” (1 Juan
5:10-13).
Rev. Gustavo Martínez
Garavito.