Situación de los otros gentiles.

Efesios 4:17-21

 “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.  Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.”

CONCLUSIONES.

¿Quiénes son los gentiles?

Había un pueblo escogido por Dios y muy especial de nombre Israel, los cuales eran judíos descendientes de Jacob y sus doce hijos.  Pero había otros pueblos que no pertenecían a Israel y que fueron llamados los gentiles.  Inicialmente el plan de Salvación de Dios fue hecho para su pueblo Israel, pero en vista de que Jesucristo vino a los suyos y ellos no le recibieron, entonces la salvación se extendió también para los gentiles.  Juan 1:11: “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.”.  Gracias a la dureza de su corazón, entonces también los gentiles fueron tenidos en cuenta en dicho plan de salvación.  Pero el texto aquí habla de “los otros gentiles”, aquellos descendientes de los gentiles que aún no se han convertido de corazón, que aún no pertenecen al pueblo redimido de Dios.

¿Cuál es la situación de esos otros gentiles?

Hay varias manifestaciones de este grupo de personas que indican que andan en pecado y que su camino es camino de muerte.

1.  Andan en la vanidad de su mente. 

Como han ignorado a Dios por mucho tiempo y ya se creen autosuficientes, entonces andan llenos de orgullo y de vanidad.  Han usado la libertad como pretexto para hacer lo que les parece mejor, pero sin tener en cuenta a Dios.

2.  Tienen el entendimiento entenebrecido.

El pecado termina endureciendo el corazón del hombre y ahora su entendimiento anda entenebrecido; es decir, no les importa la vida eterna, no les importa andar en obediencia a Dios, no les importa la moral y las buenas costumbres.  Entenebrecido es sinónimo de oscurecido, o lleno de tinieblas, lo que indica que estos hombres andan bajo sombras de muerte.

3.  Están ajenos de la vida de Dios.

Por el hecho de andar satisfaciendo los deseos de la carne y del mundo, estos hombres están totalmente alejados de Dios; pues ser amigos del mundo es convertirse en enemigos de Dios.  El estar ajenos de Dios, es producto de su ignorancia y de la dureza de sus corazones.  Creen vivir felices; pero no se han dado cuenta que la vida aquí en la tierra es temporal y que pronto aún el gozo, si existiere, también desaparecerá y en su lugar resplandecerá la cruda realidad, la de un hombre sin Dios, que está destinado al fuego eterno del infierno.

4.  Perdieron toda sensibilidad.

Hay una conciencia que puso Dios en la vida del hombre y que nos permite saber qué cosas son buenas y qué cosas son malas; pero si todo el tiempo reprimimos nuestra conciencia, entonces nos volveremos duros de corazón y perdemos toda sensibilidad hacia el bien; y es ahí cuando al hombre ya no le importa infringir la ley de Dios, ya no le importa vivir en pecado, ya no le importa hacer injusticia y aplastar a los demás si fuere necesario.

5.  Se entregaron a la lascivia.

Lascivia son esos deseos carnales desenfrenados, los cuales conllevan a cometer con avidez toda clase de impureza. Esta lascivia llevada a la vida real genera pecados como la fornicación, el adulterio, el homosexualismo, el lesbianismo, etc., pecados con los cuales el hombre se hace merecedor del castigo eterno.  Ver sentencia en la palabra de Dios: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.” 1 Corintios 6:9-10.

Mas vosotros (aquí habla el apóstol Pablo de los cristianos de Éfeso) no habéis aprendido así a Cristo, si habéis escuchado de verdad y habéis sido por él enseñados conforme a la verdad que está en Jesús.  Es un mandato de Dios para el pueblo cristiano de ya no andar como estos otros gentiles, que andan en pecado y en las pasiones del mundo.  Si de verdad eres un cristiano arrepentido y convertido a Jesucristo, entonces debes estar andando en obediencia y santidad a la Palabra de Dios, recordando lo que nos dice su Palabra: “Sin santidad nadie verá a Dios”.

¿Eres uno de los verdaderos cristianos o perteneces al grupo de los otros gentiles que están alejados de Dios?  Decide hoy mismo seguir a Cristo y convertirte en un verdadero hijo de Dios; pues los tiempos del fin se acercan y hay un juicio preparado para cada hombre.  Crea o no crea tendrá que presentarse ante el gran juicio para escuchar el dictamen: “Cielo o infierno”.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

 

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