Apostasía antes de la venida de Cristo.

2 Tesalonicenses 2:1-4.

“Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.”

CONCLUSIONES.

El evento más trascendental del cristianismo es el hecho de que Jesucristo haya muerto crucificado y que luego resucitara al tercer día y hoy esté sentado a la diestra de Dios el Padre. Sin esto, el cristianismo carecería de fundamento y no pasaría de ser una simple secta, religión o filosofía. 

Si Jesucristo pudo resucitar al tercer día mediante el poder de Dios que lo levantó de los muertos, entonces también vendrá por segunda vez a llevarse a sus verdaderos discípulos; máxime cuando venir por segunda vez no requiere un hecho milagroso como el anterior, en el cual su cuerpo muerto y sin espíritu fue vivificado y transformado en un cuerpo glorioso.  Ahora es más simple, pues se trata de que baje del cielo y se manifieste a los hombres desde las nubes: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.” Apocalipsis 1:7.  Aquí ya el milagro consiste en levantar y transformar en el aire a sus discípulos y luego llevarlos al reino de los cielos.

A pesar de que hace casi dos mil años que el apóstol Pablo dijo por inspiración del Espíritu Santo, que la venida de nuestro Señor Jesucristo estaba cerca, hoy en día esta palabra sigue estando fresca, no ha pasado de moda, no ha perdido vigencia y el apóstol insta a la iglesia a que no se dejen mover ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta, de esta idea: “que el día del Señor está cerca”.  ¿Cuánto más estará cerca hoy en nuestros días, cuando las señales de su venida se están haciendo más visibles? El hambre, la violencia, las pandemias, la pobreza, las guerras, los terremotos, los homicidios, la polución ambiental, etc.; también son señales de la pronta venida de nuestro Señor Jesucristo.

Pero el apóstol nos insta a no dejarnos engañar de nadie, porque antes de la venida de Cristo, también debe venir la apostasía y manifestarse el “hombre de pecado, el hijo de perdición”, el cual es el mismo diablo que “se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto” y como si fuera poco, también “se sienta en el tempo de Dios, haciéndose pasar por Dios”.  La apostasía ya ha llegado; pues en la religión popular ya han decidido remplazar la biblia por un manual de convivencia para la juventud, aduciendo que la biblia es anticuada para nuestros tiempos.  Y aún dentro de las iglesias cristianas, ya no se quiere predicar el mensaje de salvación de nuestro Señor Jesucristo, pues la gente quiere algo que esté de acuerdo con su estilo de vida, con su concepción del mundo, con sus ideales y más bien quieren un evangelio de prosperidad, como una bolsa de valores en la cual siembren una ofrenda y cosechen cuentas bancarias, fincas, carros o apartamentos.  

Otros quieren una iglesia donde solo abunde bendición para sus fieles; pues el cristiano no quiere sufrimiento, no quiere ser probado por Dios, no quiere ser formado, no quiere ser obediente y en síntesis no quiere pasar por el horno de fuego, del cual fluye la paciencia necesaria para esperar la vida eterna y permanecer firmes hasta el fin.  Aun en la iglesia popular, consideran que su máximo jerarca es el representante de Dios aquí en la tierra y hay sectas en las cuales su máximo líder se ha autoproclamado como el mismo Jesús en persona.  ¿Cómo puede ser alguien representante de Dios, si no está de acuerdo con la biblia?  Y si Dios es amor, entonces ¿Cómo en algunas sectas incitan a sus miembros a inmolarse matando a sus semejantes?

Todo esto es parte de la apostasía y hace tiempo que ya lo estamos viviendo; por lo tanto, podríamos decir que todas las condiciones están dadas para la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, a excepción de esta condición que aún no se ha cumplido en su totalidad; pues hay países donde apenas está entrando el evangelio de Jesucristo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Mateo 24:14.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido, para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.

  

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