El que hizo todo es Dios.

Hebreos 3:4.

“Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.”

CONCLUSIONES.

Comenzaremos por el primer versículo de la Biblia que dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Genesis 1:1. Si crees a esta declaración de Dios, bienaventurado eres porque tienes fe y si no crees, entonces eres digno de lástima, porque para acercarnos a Dios y recibir sus bendiciones es necesaria la fe.  Sin embargo, para comprobar la realidad de la creación de Dios, solo necesitamos de nuestros ojos para ver y de nuestras manos para palpar su maravillosa creación; por tanto, no hay excusas para no creer que toda la belleza de la creación fue obra de las manos de Dios: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.”. Romanos 1:20. 

¿Quién fuera de Dios ha sido capaz de crear un ejército de hormigas que trabajen en forma armoniosa? Esto solo lo puede hacer un ser supremo, pues en un laboratorio, solo tratan de modificar su comportamiento mediante la alteración de sus genes; pero decir que en un laboratorio puedan crear una hormiga de la nada, es algo absolutamente imposible.

Por eso, la teoría de la evolución es una rebelión contra Dios, primero porque el hombre ha demeritado la palabra de Dios y segundo porque no quiere reconocer el poder de Dios mediante la observación de sus maravillas hechas en el reino animal, vegetal y humano y también en la tierra, el sol, la luna, las estrellas, las galaxias, los sistemas solares y todo cuanto existe en el universo.  El hombre necio no quiere darle la gloria a Dios y más bien se inventa teorías, las cuales niegan la deidad de Jehová de los Ejércitos y le dan la gloria al barro, al polvo y a la piedra.  

Así mismo los científicos están envolviendo sus teorías en la telaraña del tiempo para que el hombre se “trague vivas” las teorías sin masticarlas y es por eso que hablan de miles de millones de años de evolución, en la que supuestamente un pedazo de tierra se convirtió en una hormiga.  Es muy fácil decir que algo evolucionó en un lapso de 5 mil millones de años, pues de esta forma nadie osará preguntar cómo fue tal proceso, porque nadie lo vio, ni mucho menos estuvo allí registrando los eventos ocurridos.

Hoy en día nos debatimos entre dos sabidurías: La humana y la divina.  Grandes pensadores y científicos han dicho que el hombre y los animales surgieron como resultado de un proceso evolutivo que partió desde el océano y que hizo que seres unicelulares evolucionaran y más tarde salieran del agua para habitar en la tierra.  Luego dicen que algunos animales muy parecidos al hombre evolucionaron en su motricidad y pensamiento hasta convertirse en el hombre que conocemos hoy en día. Aquí estamos hablando de una vida que evolucionó en otro tipo de vida, y aunque esto resulta imposible, el meollo del problema es explicar cómo se produjo la primera vida.

¿Pero qué nos dice Dios al respecto?  Dios es muy claro en asegurarnos que Él creó los cielos, la tierra, el hombre y todos los animales que están sobre la tierra con su gran poder y entender esto es sabiduría divina.

¿Y cuál es la realidad?  Cierto es y no hay ninguna necesidad de demostrarlo, que las cosas o seres no pueden surgir de la nada y que tiene que haber un ser supremo con capacidad para crearlas.  Tampoco es posible que un organismo unicelular se convierta a través del tiempo en un ser humano; es como esperar que, de un huevo de una hormiga, salga un bebé elefante, pues esos huevecillos siempre seguirán procreando hormigas toda su vida.  Dios creó todo tal cual como funciona y como lo vemos hoy en día, incluyendo los diminutos seres vivos de los océanos.  También creó a un ser muy especial, el hombre, que es imagen y semejanza suya, dotado de alma la cual puede pensar, razonar y hacer elecciones y también dotado de un espíritu eterno, proveniente de nuestro Creador.

Creer en Dios y su hijo Jesucristo lo llevará a la vida eterna, creer en la evolución lo llevará al infierno; pues el diablo está interesado en que usted crea en la mentira y deseche a Dios para que se pierda eternamente por causa de la incredulidad.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido, para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.  Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21. 

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