Los sacrificios que agradan a Dios.

Hebreos 13:15-16

Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.”

CONCLUSIONES.

En la antigüedad había que presentar a Dios sacrificios de animales en el tabernáculo de reunión para diferentes propósitos como:  Expiación por el pecado de los sacerdotes y del pueblo, ofrendas de paz y ofrendas de reconciliación entre otros.  Sin embargo, llegó el día en que Dios estaba hastiado de sacrificios por cuanto el hombre ya los hacía solo por una costumbre, pero su corazón estaba lejos de Dios y más bien estaban honrando a sus ídolos, a los dioses que recibieron de los pueblos paganos con los cuales hicieron alianzas: “¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.” Isaías 1:11.

Dios no estaba tan interesado en recibir sacrificios de su pueblo, más bien lo que quería de ellos era una vida pura y recta: “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.” Isaías 1:16-17.  Para Dios es más importante que el hombre obedezca sus mandamientos, antes que ofrecer sacrificios: “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”. 1 Samuel 15:22.

Luego del sacrificio de Jesucristo en la cruz del calvario, ya desapareció por completo el sacrificio de animales, pues Jesucristo ofreció a Dios su propio cuerpo como un cordero limpio y santo, el cual fue un sacrificio único, suficiente y aceptable al Padre para a través de este sacrificio redimir al mundo de pecado: “pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” Hebreos 10:12.  ¿Entonces cómo acceder a la expiación, la paz y la reconciliación que podían ofrecer los animales sacrificados?  Ya por intermedio de Jesucristo, podemos obtener todo aquello y mucho más si le recibimos como nuestro Señor y Salvador y le permitimos que transforme nuestras vidas.  Ahora, el mayor de los beneficios de dicho sacrificio es la salvación del alma para todo aquel que llegue arrepentido a los pies de Jesucristo.

Pero esto no quiere decir, que como ya Cristo ofreció un sacrificio único y suficiente, que entonces nosotros quedamos exentos de sacrificios; pues no es así y Dios hoy nos está exigiendo otro tipo de sacrificios los cuales sí son agradables delante de Él y que se deben hacer a través de Jesucristo; es decir invocando el nombre de Jesucristo cada que demos gracias a Dios o elevemos una petición delante de Él o cuando le exaltemos, o cuando le adoremos.  ¿Por qué a través de Jesucristo?  Porque Jesucristo es el único medio por el cual nuestros sacrificios pueden llegar hasta Dios; pues nosotros aún estamos dentro de un cuerpo de pecado y solos no nos podemos acercar a Dios sin el peligro de ser consumidos; pero si nos acercamos escondidos en Cristo, entonces seremos bien recibidos por el Padre; porque Él verá primeramente a su Hijo y no a nosotros.

Estos son tres de los sacrificios más grandes que podemos presentar delante de Dios, considerando que hay otros como el presentar nuestro cuerpo vivo y santo delante de Dios: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. Romanos 12:1.

1.  Sacrificio de alabanza.  Esto es lo mismo que abrir nuestra boca para alabar y glorificar a Dios: “Fruto de labios que confiesan su nombre”.  Dios para esto nos creó, para la gloria, honra y alabanza de su nombre; por tanto, esta es la principal tarea del hombre mientras esté vivo: “Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya.” Salmos 150:6. En el plan de Dios ya estaba estipulado que fuésemos instrumentos de su alabanza: “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.”.  Efesios 1:11-12.  Y el que no sienta deseos de alabar a Dios, entonces es de otro espíritu y aún no se ha convertido; porque cuando el Espíritu Santo de Dios entra a morar en nuestros corazones, entonces surge esa necesidad constante de alabar a Dios.

Si vemos este tipo de sacrificio, se podría decir que solo beneficia a Dios; pero no es así, puesto que hemos sido creados con un vacío espiritual que solo lo puede llenar Dios mediante la presencia de su Santo Espíritu en nuestros corazones; por tanto, entre más alabemos a Dios, más se llena nuestro corazón de gozo y de paz, de la paz que solo Dios puede dar.  Este vacío en la mayoría de la humanidad está lleno de la presencia de espíritus inmundos y demonios los cuales gobiernan sus vidas y lo que hacen es orquestar el mal desde sus corazones.

2.  Hacer el bien.  Este sacrificio se basa en el segundo gran mandamiento, que es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.”. Romanos 13:8. Es claro que el que ama a su prójimo, está cumpliendo con todos los demás mandamientos referentes a la convivencia con nuestros semejantes y el hecho de cumplirlos conlleva a hacer el bien; pero incumplirlos conlleva a la injusticia.  Es entonces hacer el bien, uno de los mayores sacrificios que debemos presentar delante de Dios.  Este sacrificio produce justicia y como retribución los justos heredarán el reino de los cielos, por tanto, hacer el bien es un beneficio primeramente para nosotros que para Dios: “Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”.  Mateo 13:43. 

El bien debe hacerse a todos los hombres con los cuales Dios nos dé la oportunidad de servirles; pero mirando mayormente a nuestros hermanos en la fe: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe”.  Gálatas 6:10. Esto de hacer el bien, no es otra cosa que obedecer los mandamientos de Dios, pues todos ellos están destinados primeramente a amar y exaltar a Dios y como segundo para amar a nuestro prójimo; por tanto ¿Qué mayor sacrificio habrá que la obediencia? Pues este significa dejar el mal a un lado y obedecer a Dios, haciendo el bien a nuestros semejantes.

3.  La ayuda mutua.  Ayudar a los necesitados, es uno de los mejores sacrificios con retorno; pues para ayudar a otro, necesitamos despojarnos de algún bien que tengamos y esto por supuesto requiere sacrificio: “En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir”. Hechos 20.35. Este es un sacrificio que fuera de agradar a Dios y a nuestros semejantes, nos devuelve grandes frutos de parte de Dios; pues el hecho de estar ayudando a nuestro prójimo, es como si le estuviéramos prestando a Dios y Él por supuesto que no se queda con nada, sino que paga en el tiempo oportuno y no devuelve las cosas con intereses, sino más bien multiplicadas:  “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”. Lucas 6:38.

En síntesis, estos tres sacrificios son agradables delante de Dios; pero debemos reconocer que cada uno de ellos tiene una retribución para el hombre y si lo vemos desde este punto de vista, entonces será mucho más agradable para el hombre hacer este tipo de sacrificios; pues con la alabanza a Dios aumenta nuestro gozo y paz, con hacer el bien estamos garantizando nuestra entrada al reino de los cielos y ayudando a los necesitados estamos multiplicando la bendición de Dios a favor nuestro.  ¿Esto es muy interesante, cierto?  Que, con ofrecer sacrificios a Dios, nosotros como humanos seamos los más beneficiados y mayormente si somos verdaderos cristianos y le servimos a Dios de corazón.

Por lo anterior, los sacrificios que normalmente hacen parte de las costumbres de las religiones, no son agradables delante de Dios porque no están enmarcados dentro del mandato bíblico, estos son algunos de ellos:  Hacer largas peregrinaciones, caminar de rodillas hasta un templo o hasta un cerro, flagelarse la espalda con un rejo o lazo con nudos, llevar cirios o velas al altar y dejarlas encendidas, sostener la iglesia local supliendo sus necesidades económicas, cargar estatuas en la procesiones, confinarse en un claustro durante años sin tener comunicación con el mundo exterior, visitar a un líder religioso de otro país, etc.; nada de esto representa un sacrificio delante de Dios, más bien algunos de ellos se convierten en pecado y solamente traerá bendición aquello que Dios ha estipulado en su palabra.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.  Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21.

 

  

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