El mejor proyecto de vida.

Levítico 18:4-5

“Mis ordenanzas pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos. Yo Jehová vuestro Dios. Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová.”

CONCLUSIONES.

El “proyecto de vida” para las personas es algo que se relaciona con su futuro desde el punto de vista humano, pues de este proyecto dependerá su estabilidad económica, social y también emocional. Digamos que en ese proyecto basan su vida por completo y esto básicamente consiste en un negocio, una profesión, un buen cargo en una empresa, una carrera política, una finca, etc.; del cual adquieren sus ingresos para sustentar su vida, sus familias, sus hogares, y en general su ritmo de vida.

Lo anterior se puede lograr mediante esfuerzos humanos y sus beneficios no son integrales, pues descarta del todo la parte espiritual, o sea el futuro de sus almas, pues todo se centra en las cosas pasajeras de la vida.  Todo lo que consiga aquí en este mundo, aquí se quedará y en el mejor de los casos sus esfuerzos van a beneficiar a otros que posiblemente no se lo merezcan, cuando usted parta de esta vida.

Dios en cambio tiene un proyecto de vida para nosotros, basado en la obediencia a su Palabra; parece extraño, pero siendo obedientes a Dios se abren todas las posibilidades, se abren todos los caminos, pues finalmente Dios es el único que puede darnos bendición tanto material como espiritual, entonces al obedecerle estamos desatando la bendición de lo alto y Dios se ve obligado a bendecirnos, dado que se trata de las promesas de su Palabra, en las cuales Dios brindará su completo respaldo, como está escrito:  Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir”.  Deuteronomio 28:1-6.

En síntesis, si necesitamos prosperidad material he aquí la llave de la obediencia para obtenerla, si queremos ser salvos he aquí la llave de la obediencia para obtenerla; así mismo si queremos un buen negocio, un buen empleo, una bonita familia, todo esto nos lo regala Dios si le obedecemos, buscando primeramente su reino y su justicia: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.  Mateo 6:33.

Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos”. Esto quiere decir que en sus mandamientos hay vida y que la única forma de que esa vida nos alcance y se manifieste en nosotros es a través del cumplimiento de su Palabra.  Por muchos esfuerzos humanos que hagamos no podemos conseguir todo lo que deseamos, tampoco podemos saciar todos nuestros anhelos, ni mucho menos alcanzar la vida eterna; puede que con sus esfuerzos logre cierta condición económica, pero esto un día se acabará o un día usted morirá y esto pasará a otras manos, pero lo único que no es pasajero es la vida eterna, la cual dará Dios a todos los que obedecen su Palabra: “y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen”.  Hebreos 5:9.

Estimado hermano y amigo, todas las cosas que puedas desear en esta vida, Dios te las dará siempre y cuando cumplas con dos requisitos: Que obedezcas a sus mandamientos y que pidas conforme a su Palabra. Pues si pide por ejemplo varias mujeres para satisfacer su carne, seguramente Dios no se las dará, pues esto es contrario a su voluntad; si pide muchas riquezas, seguramente Dios no se las dará porque lo pueden dañar y hacerle perder la salvación; y así también sucede con muchas otras cosas. 

Es de anotar que hay unas bendiciones básicas que Dios suplirá aun cuando no se la pidamos, como por ejemplo el techo, el alimento y el abrigo, porque es promesa de su Palabra: “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”.  Mateo 6:31-32. Entonces estas bendiciones ya de por sí están incluidas en el paquete básico de nuestro proyecto de vida con Dios.

¿No le parece interesante este proyecto de vida? Lo bonito es que lo llevará a usted a la vida eterna en el reino de los cielos y lo bueno es que no le cuesta dinero, no le cuesta un trabajo arduo, solo le cuesta que ponga su voluntad para obedecer a sus mandatos, y como dicen por ahí “mágicamente” aparecerá todo lo que necesitamos y aún también todo lo que anhelan nuestros corazones, siempre y cuando estos anhelos estén alineados con su Palabra.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.  Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21.

 

 

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