Algunas de las cosas que aborrece Dios.
Vivir en armonía con Dios es la fuente principal de bendición para nuestras vidas y también para nuestras naciones, ¿Pero el mundo sabe cómo armonizar sus vidas con Dios?
Texto:
Proverbios 6:16-19.
“Seis cosas aborrece Jehová, Y aun
siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos
derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los
pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el
que siembra discordia entre hermanos”.
CONCLUSIONES.
Veamos algunas de las cosas que abomina y aborrece Dios,
pero que a muchos hombres les agrada hacer, sin percibir las consecuencias que
esto trae para sus almas en la vida después de la muerte.
1. Los
ojos altivos.
Altivez es lo contrario a la humildad, porque el humilde
está consciente de que hay personas mejores que él, en cambio el altivo se cree
grande y superior a los demás y la verdad es que si somos cristianos solo
debemos reconocer la grandeza de Dios y de ahí hacia abajo solo podemos aspirar
a ser unos humildes siervos de Dios.
Habrá muchos hombres grandes según el mundo, que se creen
con poder hasta para cometer genocidios o para destruir naciones enteras, pero
el día que mueran serán llevados al infierno y confinados a vivir en una celda
de un metro de ancho, donde a cada minuto sube el fuego y los envuelve causando
gritos de angustia sobre los condenados.
2. La
lengua mentirosa.
Es tan fácil mentir hoy en día, que la gente ya lo hace
por costumbre; pues es más fácil dejar de comer una o varias comidas al día que
dejar de mentir. ¿Pero por qué queremos hacerle creer a los demás algo
diferente a la realidad? Hay muchos propósitos desde el punto de vista humano,
pero detrás de todo esto están los planes de las tinieblas, a quienes les
interesa que el hombre esté inmiscuido en este pecado y que su alma se pierda
en el infierno: “Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que
hacen verdad son su contentamiento”. Proverbios 12:22.
3. Las
manos derramadoras de sangre inocente.
Hay muchos hombres en algunos países, sobre todo los que
están en altos puestos del gobierno, que tienen poder sobre naciones enteras y
abusan de su poder quitándole la vida a muchas personas, solo por el hecho de
no estar de acuerdo con sus ideales, o estar en oposición a sus planes
expansionistas o a su ostentación de poder.
Es el caso de las guerras, que generalmente son
originadas por una sola persona que ostenta el poder, pero que gobierna sin
corazón y que solo le importa subyugar a otros o quitarlos del camino para
conseguir sus propósitos egoístas; a esos definitivamente les espera el lloro y
crujir de dientes en el infierno.
4. El
corazón que maquina pensamientos inicuos.
Estos son pensamientos malvados e injustos, que van
cargados de pecado; es decir que la persona en su exterior aparenta ser benigno
y confiable, pero en su interior está siempre pensando cómo hacer el mal, como
desquitarse de otras personas, como infringir dolor a su prójimo.
Hay personas que de continuo solo piensan en hacer el
mal, porque ellos están gobernados por las tinieblas, quienes usan a las
personas como instrumentos para llevar a cabo sus planes de “hurtar, matar y
destruir”: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Juan
10:10.
5. Los
pies presurosos para correr al mal.
Así como hay personas que de continuo están planeando el
mal contra el prójimo, también las hay de aquellas que están pendientes en qué
lugar o circunstancia es posible hacer el mal y se juntan con otros para correr
allá y afectar los bienes públicos y privados, para afectar la naturaleza, para
afectar las finanzas de las personas, para atentar en contra del gobierno de
turno, etc.; estos son instrumentos del mal que andan sembrando caos y
destrucción cada que tienen la oportunidad.
6. El
testigo falso que habla mentiras.
Esto se da mucho en los tribunales de justicia, donde los
privados de la libertad son ayudados por personas inescrupulosas que mienten
con el objetivo de tratar de disminuir las penas o para tratar de dejar sin
fundamentos la acusación y así de esa forma obtener un veredicto a favor del
defendido. También se da mucho en
aquellos detenidos que en varias veces están cambiando la versión de los
hechos, con el fin de desviar las investigaciones o de librarse de la culpa
tratando de incriminar a otros.
7. El
que siembra discordia entre hermanos.
Es muy común que, por la intervención de una tercera
persona, se dañe una relación entre amigos o parejas; pues ese tercero por
algún motivo trata de crear enemistad o pleitos y todo solo mediante cosas
infundadas que no tienen ningún asiento en la verdad.
Estimado hermano y amigo, son muchas las cosas que hace
el hombre y que aborrece Dios y por tal motivo tenemos que estudiar la Biblia
para determinar qué tipo de cosas desagradan a Dios, para cuidarnos de no caer
en ellas y así de esta forma andar en armonía con Dios, con la naturaleza y con
el mismo hombre.
Que Dios los bendiga grande y abundantemente.
Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario. Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu. A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad. Amen”. Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21.
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