¿Conoce usted los juicios que vendrán sobre la tierra?


¿Sabe el hombre cuáles son los juicios que se aproximan sobre la tierra y aún sobre el firmamento que vemos con nuestros ojos? Estamos viendo terremotos, guerras, hambruna, miseria, pandemias, huracanes, inundaciones, avalanchas, sequías, calores extremos, calentamiento global, fenómenos del niño y de la niña, heladas, etc., los cuales se pueden considerar como juicios menores, ya que no afectan en su mayoría al género humano ni a los otros seres vivos de la naturaleza. Pero ¿De qué se tratan los juicios catastróficos que vienen sobre la tierra a causa del auge de la maldad sobre ella?

Texto:  Oseas 4:1-3.

Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra. Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden. Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán”.

CONCLUSIONES.

Dios ha tratado por todos los medios de persuadir al hombre de que necesita arrepentirse de su maldad y que necesita de la presencia de Dios; pero por múltiples motivos ya explicados en anteriores reflexiones, el hombre sigue como caballo desbocado hacia el abismo y por tal razón Dios ya no aconseja al hombre, sino que más bien contiende con él, como lo expresa este texto: “Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová contiende con los moradores de la tierra”. Es de aclarar que Dios tiene el suficiente poder para hacer que el hombre entienda, pero no puede violar la libertad que le ha dado para escoger entre el bien y el mal.

¿Y por qué Dios entra en contienda con los moradores de la tierra? Podríamos decir que Dios ya está cansado (en términos humanos) de insistir con el hombre, pues el hombre cada día ignora más a Dios y hace caso omiso de sus llamados al arrepentimiento. Dios ha estado prologando el tiempo de la venida de Jesucristo, esperando con ello que un mayor número de hombres se arrepientan; pero más bien parece que ha ocurrido lo contrario, que el hecho de que este acontecimiento se haya demorado más de dos mil años, hace que el hombre se despreocupe y piense que eso ya no va a suceder y que más bien se trata de un cuento, de la misma forma como consideran al infierno.

Entonces Dios contiende con los moradores de la tierra por varios problemas fundamentales: “Porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra”. Veamos estos problemas:

1.  No hay verdad.

La mentira es el pecado más difundido sobre la tierra, tanto que ha permeado todos los estratos sociales, los gobiernos y aún a los supuestos grupos cristianos, ya que mentir se ha vuelto tan común como tomar los alimentos varias veces al día. La mentira hace que el hombre pierda su integridad delante de Dios; es decir, que aparezca con doble personalidad, la que realmente es en su interior y la que demuestra delante de los demás.

2. No hay misericordia.

La misericordia también se ha alejado del género humano, tanto que hay un dicho muy popular que dice: “sálvese quien pueda”; esto quiere decir, que mientras un individuo esté bien, no le importa qué pase con los demás a su alrededor y su dicho es “de malas que les tocó a ellos y no a mí”. Mientras unos viven en la opulencia en sus mansiones, hay otros que les toca soportar el frío de la noche, porque no tienen una casa digna donde refugiarse y esto es solo una muestra de la falta de misericordia; mientras algunos tienen dinero hasta para derrochar, otros no tienen con qué comprar los tres alimentos del día y esta es otra muestra de la falta de misericordia sobre la tierra.

El hombre ni siquiera sabe que existe un ser denominado “prójimo” y si este necesita ayuda, entonces lo envía a buscarla al gobierno de turno, a las ONG o sencillamente le dice que vaya y trabaje que para eso tiene manos, pero él como persona no quiere comprometerse.

3. No hay conocimiento de Dios.

Y si hablamos del conocimiento de Dios, ni siquiera los que dicen ser religiosos estudian la biblia; pues no les interesa saber qué dice Dios de sí mismo, ni cuáles son las exigencias para con el hombre. Y ese conocimiento de Dios es lo único que puede llenar el vacío que hay en corazón del hombre, lo único que lo puede llenar de gozo y paz permanentes; además de que lo guiará hacia la vida eterna, siendo este el mayor de los propósitos del conocimiento de Dios.

En síntesis, no se puede llegar a Dios, sin que tengamos su conocimiento, pues este nos traza el camino que debemos seguir para llegar a su presencia.

4. El pecado persiste.

Y si hablamos de pecado, estos persisten y se intensifican a medida que avanza el tiempo y que aumenta la población; y estos son algunos de ellos: “Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden”.

Los juicios.

Los juicios que se acercan afectan desde la naturaleza hasta todos los seres que habitan sobre ella, tanto que la tierra estará de luto y todas las especies de seres vivos, incluyendo al hombre, desaparecerán de la tierra: “Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán”.

Veamos algunos de los juicios anticipados cuyo propósito es mostrar al hombre la seriedad de las cosas que van a suceder y de darle la oportunidad de arrepentirse; sin embargo, dice la biblia que ni aun así se arrepentirán de su maldad, por lo cual el juicio definitivo vendrá sin misericordia: “Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos”. Apocalipsis 9:20-21.

1.  Juicio anticipado sobre la naturaleza: “El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde”. Apocalipsis 8:7.

2.  Juicio anticipado sobre las aguas del mar: “El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre”. Apocalipsis 8:8.

3.  Juicio anticipado sobre los seres vivos del mar y sobre los barcos: “Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de las naves fue destruida”. Apocalipsis 8:9.

4.  Juicio anticipado sobre los ríos y las fuentes de agua: “El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas”. Apocalipsis 8:10.

5.  Juicio anticipado sobre el género humano: “Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas”. Apocalipsis 8:11.

6.  Juicio anticipado sobre el sol, la luna, las estrellas y la tierra: “El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del día, y asimismo de la noche”. Apocalipsis 8:12.

7.  Juicio anticipado sobre las estrellas y la tierra: “y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese”. Apocalipsis 12:4.

8.  Juicio anticipado sobre el género humano (segundo): “Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca”. Apocalipsis 9:18.

9.  Juicio definitivo sobre la creación.

Así será el juicio definitivo sobre la tierra y aún sobre todos los astros que vemos en el firmamento; y esto significa que el remanente de seres vivos (los que sobrevivieron a los juicios anticipados) también serán exterminados: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas”. 2 Pedro 3:10.

Para el pueblo cristiano (aquellos que viven en obediencia y santidad a Dios) hay unas excelentes noticias: Primero que no pasarán por estos juicios y segundo, que para ellos habrá un cielo y una tierra nuevos, donde reposará la santa ciudad de Dios (la Nueva Jerusalén), que tendrá calles de oro y mar de cristal, donde no habrá más llanto, ni tristeza, ni dolor; donde Dios enjugará toda lágrima que salga de sus ojos: “Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento”. Isaías 65:17.

Respuesta del hombre.

Desde el principio de la humanidad hasta el día de hoy Dios le ha advertido al hombre sobre la necesidad de arrepentirse y de buscar de su presencia; pero son una minoría los que se han acercado a Dios, a pesar de que van miles de años en los que Dios ha estado extendiendo su misericordia y hablando al hombre a través de sus profetas, pastores y evangelistas; y también a través de todos los medios de comunicación disponibles.

Y como la misericordia de Dios es grande, entonces Él diseñó unos juicios de forma progresiva, para que el hombre por medio de ellos fuera persuadido al arrepentimiento y a buscar de Jesucristo quien es la única puerta por la que podemos entrar y ser salvos; sin embargo nos dice la Palabra, que en vez de arrepentirse, más bien blasfemarán en contra de Dios: “Y los hombres se quemaron con el gran calor, y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria. …y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras”. Apocalipsis 16:9,11.

Estimado hermano y amigo, desafortunadamente pertenecemos a una generación incrédula, idólatra y perversa, que a excepción de unos pocos, no ha creído en el Dios de los cielos, no ha buscado el perdón de sus pecados, tampoco ha aceptado a Jesucristo como su señor y salvador; y que va en una carrera sin control hacia el infierno; y que aunque Dios los esté aconsejando no entienden o se hacen los indiferentes y que aunque hayan juicios anticipados como los que están ocurriendo hoy y los que ocurrirán días o años más adelante, aun así el hombre seguirá inmutable.

Unos llegaron a esta condición debido a que su conciencia ya está cauterizada por la práctica continua del pecado, otros porque fueron enceguecidos por el diablo para que hagan su voluntad y nunca busquen de Dios y en otros es que el orgullo, la soberbia y la vanagloria, les han hecho pensar que pueden ser iguales o superiores a Dios y que por lo tanto no lo necesitan.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.  Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21.

  

Comentarios

Entradas populares de este blog

El sueño espiritual. Romanos 13:11-14

Un llamado al arrepentimiento. Hechos 17:30-31

En ningún otro hay salvación. Hechos 4:11-12