Sí hay resurrección de muertos. Hechos 24:14-15
“Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman
herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la
ley y en los profetas están escritas; teniendo esperanza en Dios, la cual ellos
también abrigan, de que ha de
haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.”
No todos los hombres murieron físicamente, este fue el caso de grandes hombres como Enoc y Elías que fueron arrebatados, transformados y trasladados al reino de los cielos. En nuestra época, tampoco se espera que todos mueran físicamente; pues está cerca la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, evento en el cual serán arrebatados millones de cristianos fieles y así mismo serán llevados directamente al reino de los cielos.
CONCLUSIONES.
No todos los hombres murieron físicamente, este fue el caso de grandes hombres como Enoc y Elías que fueron arrebatados, transformados y trasladados al reino de los cielos. En nuestra época, tampoco se espera que todos mueran físicamente; pues está cerca la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, evento en el cual serán arrebatados millones de cristianos fieles y así mismo serán llevados directamente al reino de los cielos.
Ahora bien, los que murieron, tendrán que ser resucitados en
cuerpo glorioso; es decir su alma y su espíritu serán revestidos de un cuerpo
espiritual; pues el cuerpo físico puede estar ya descompuesto o no existir de
ellos ni siquiera el polvo. Solo que los
buenos resucitarán para el gozo eterno, pero los malos resucitarán para
perdición; pues ambos, buenos o malos deben presentarse ante el tribunal de
Cristo, para participar del gran juicio final y recibir su veredicto: premio o castigo. Es de anotar que los que murieron con Cristo
en el corazón, están en este momento en el paraíso, en completa paz y descanso,
esperando el día del gran juicio; mientras que los que murieron sin Cristo (los
malos) estarán siendo atormentados en el infierno. Ambos se deben presentar ante el juicio, y
los buenos entrarán luego a la ciudad de Dios, la Nueva Jerusalén, en cambio
los malos, irán al lago de fuego y azufre donde serán atormentados por una
eternidad.
Hay un dicho popular que reza: “Una vez muerto se acaba todo”.
Esto no tiene fundamento; pues somos seres tripartitos, compuestos de
cuerpo, alma y espíritu; y solo es destructible el primer componente, el cuerpo
físico; los demás (alma y espíritu) son eternos e indestructibles; pues ni
siquiera el fuego del infierno los puede acabar.
Otro dicho reza: “Disfrutemos
ahora, que mañana morimos y no nos llevamos nada”. Al diablo le interesa que pensemos estas
cosas y no busquemos la salvación; pues una vez muertos, los pecadores son
propiedad exclusiva de satanás y lo acompañarán en el castigo eterno; pues
satanás, el anticristo y el falso profeta serán los primeros en entrar en el
lago de fuego y azufre. Por eso es que
solo hay oportunidad de salvación mientras estemos viviendo en este cuerpo
físico.
Que no le pase a usted ninguna de estas cosas, busque ahora
de Jesucristo, quien es el único que puede dar salvación. No se ponga a esperar qué pasa después que se
muera, es mejor que esté preparado de una vez; más cuando Dios nos advierte en
la Biblia, de todas las cosas que van a
suceder a los que no se arrepienten.
Recuerde que de nada le sirve creer en Dios, si NO lee su
Palabra y mucho menos si NO la obedece; pues los verdaderos hijos de Dios son
los que obedecen; no los que creen, los que van a la iglesia o los que tienen
una biblia en su casa. Tampoco le
servirá de nada hacer su propia voluntad, la voluntad de la carne o la voluntad
del mundo; si NO hace la voluntad de Dios.
Pertenecer al reino de los cielos tiene exigencias, y una de ellas es
ceder el control de nuestra vida al Espíritu Santo de Dios quien nos guiará y
gobernará. Tampoco lo salvará el hecho
de pensar que Dios es bueno y que no lo echará al infierno; pues Dios sí es
amor, pero también es fuego consumidor para los desobedientes e incrédulos.
Que Dios los bendiga grande y abundantemente.