La culpabilidad del hombre. Romanos 1:18-23.

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.  Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido.  Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.”
 

CONCLUSIONES.

El hombre siempre ha sacado excusas para evadir la realidad con respecto a Dios.  Una de las cosas que dice es que si existiera Dios, no habría tanta maldad.  Que si existiera Dios, no habría enfermos, ni hambrientos ni necesitados.  Pero Dios se ha hecho visible desde la creación mostrando al hombre que esas maravillas de la naturaleza no pueden crearse por sí solas y que hay misterios sin resolver en los cuales la única explicación es que Dios es el autor de ellos.  Un ejemplo simple, es que en cualquier punto del planeta donde nos paremos, siempre tenemos la sensación de que estamos con la cabeza arriba y los pies abajo; aunque estemos en el polo sur debajo de la tierra, la cual es redonda.  Otro ejemplo, es la tierra, muy grande por cierto y ¿Quién la sostiene para que no caiga o ande a la deriva por el espacio?  La respuesta científica es la gravedad del sol, ¿pero entonces quién sostiene al sol?  La realidad es que Dios es el que sostiene el universo.

Así mismo, el fenómeno de la vida es extraordinario e irrefutable, pues  ¿Cómo es que a partir de un óvulo y un esperma se puede generar una vida tan compleja?  La respuesta es que Dios tiene escrito con lujo de detalles toda la conformación de nuestro cuerpo antes de la concepción.  Y si hay problemas de salud, si hay violencia, si hay hambrientos y necesitados, sin duda alguna, esto proviene de la injusticia, la maldad, el desorden y el pecado del hombre; pero esto no estuvo en los planes de Dios cuando hizo la creación; sin embargo le dio libertad al hombre para que siguiera el bien o el mal.

Veamos lo que nos dice este texto bíblico:
 

1.  La deidad y el poder de Dios se manifiestan a través de la creación.

La creación es tan perfecta así como el que la hizo; es por eso que viendo la magnitud de la creación, podemos también entender la grandeza, el poder y la sabiduría de Dios.  No hay necesidad de preguntarle a Dios acerca de su grandeza; pues solo basta ver una hormiga, para concluir que solo Dios pudo hacer un ser tan pequeño, tan complejo y autosuficiente como este.

Es por eso, que la creación es un testigo vivo de Dios, que advierte a la humanidad entera de la existencia de un ser superior, inmortal y capaz de crear vida de la nada.
 

2.  No hay excusas para decir que no existe Dios.

En vista de que la propia naturaleza testifica de Dios y de que nosotros no somos ajenos a la naturaleza; es decir permanentemente convivimos con ella, no tenemos excusa para negar la existencia de Dios, ni mucho menos para auspiciar diferentes teorías como la evolución, la cual plantea que la vida surgió por sí sola, a través de muchos años y de continuos cambios.  Es de anotar que aun el polvo cósmico necesitó de su creación; pues "de la nada no puede surgir nada".
 

3.  La ira de Dios vendrá sobre los que detienen la verdad.

Hay muchos hombres empeñados en apartar a Dios de la creación, en negar su existencia o sencillamente en buscar explicaciones científicas a los hechos maravillosos de la vida.  Para este tipo de personas está preparada la ira de Dios y aunque no crean en la existencia de Dios, El será implacable con ellos.
 

4.  El hombre en su sabiduría no glorifica a Dios.

El hombre se ha envanecido en sus razonamientos a causa de la sabiduría humana y no ha glorificado ni le ha dado gracias a Dios; más bien cambiaron la gloria incorruptible de Dios por la idolatría; es decir, hicieron dioses de hombres comunes, o de animales o simplemente hicieron dioses de madera, de metal o de yeso, a quienes sí rinden todo honor, gloria y alabanza.  Esto en términos generales es quitarle la gloria a Dios y dársela a personas que ya fallecieron, a animales que nada entienden o a objetos que no pueden ver, ni hablar, ni moverse.  Es lamentable como el hombre fija su fe y su esperanza en cosas temporales y corruptibles, que no pueden dar salvación y más bien han desechado la misericordia de Dios.

Estimado amigo, cree en Dios; pero por sobre todo búscalo en arrepentimiento y sometimiento a la Palabra; pues los tiempos del fin de acercan y llegará la hora, cuando la puerta de la salvación estará cerrada definitivamente.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

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