¿Cuándo será la resurrección? 1 Corintios 15:51-58
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento,
en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará
la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados. Porque es necesario que
esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad. Y cuando esto corruptible
se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad,
entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en
victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu
aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?
ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la
ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que
nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos míos amados, estad firmes y
constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro
trabajo en el Señor no es en vano.”
CONCLUSIONES.
La Biblia en Marcos 13:32-33 nos dice: "Pero
de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aún los ángeles que están en el cielo,
ni el Hijo, sino el Padre. Mirad, velad
y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo".
No sabemos cuándo será la segunda venida de nuestro Señor
Jesucristo, pero sí conocemos la serie de acontecimientos que sucederán, porque
todo está escrito en la Biblia. Vemos
que en la segunda venida de Jesucristo se tocarán trompetas y que la última
trompeta empezará a desencadenar todos los eventos.
En el momento de la muerte física, el cuerpo es tocado por
ángeles de la muerte, quedando este en estado inerte y el camino que continúa
el alma y el espíritu depende de si en su vida corporal caminaba de la mano de
Jesucristo o caminaba en los senderos del mundo. Si esa alma ya es propiedad de Jesucristo,
entonces bajarán ángeles del cielo, para llevarla al paraíso; de lo contrario,
los mismos ángeles de la muerte la llevarán al infierno, porque esa alma es
propiedad del diablo. Suena terrible,
pero es la realidad; pues el que no se arrepiente y sigue en pecado, ya le ha
traspasado la propiedad de su alma al diablo, pues dice la Biblia “El que peca es del diablo”. El alma allí en el paraíso entrará en un
periodo de descanso, hasta que llegue el tiempo del juicio final, por eso dice
el apóstol que no todos dormiremos, refiriéndose al pueblo cristiano que muere
antes del rapto; pues los que mueran antes de la venida de Jesucristo, irán al
paraíso donde estarán en estado de sueño; pero los que aún se encuentren vivos
en la segunda venida de Jesucristo, serán transformados (su cuerpo físico) y
levantados en las nubes para su encuentro con el Señor, con quien partirán
hacia el cielo.
Los que murieron en Cristo serán resucitados con un cuerpo
incorruptible e inmortal, antes de que los vivos sean transformados. Por su puesto que para los que son del mundo
(no de Cristo), para ellos no habrá una transformación, ellos se quedarán aquí
en la tierra y les tocará vivir los siete años de la gran tribulación, teniendo
la oportunidad de salvarse, si no niegan a Jesucristo y por esa causa deciden
someterse a la muerte. Luego de estos
hechos ocurre como menciona el apóstol, que: “La muerte es sorbida en victoria”.
Es decir, los verdaderos cristianos habrán burlado la muerte, mediante
el poder de Dios en Cristo Jesús, quien resucitará sus cuerpos terrenales y los
transformará en cuerpos espirituales. No
importa si ya no existen los huesos, pues la resurrección significa mayormente
tomar posesión de un cuerpo incorruptible e inmortal creado por Dios para sus
hijos, los que creyeron en la obra redentora de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. Dios nos da la victoria
sobre la muerte por medio de su Hijo Jesucristo; esto es para los verdaderos
cristianos, porque los que siguen obedeciendo al mundo y al pecado, irán al
infierno a medida que se vayan muriendo y para los vivos de ellos no habrá
rapto en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, ellos pasarán por la
gran tribulación, y morirán cuando la vida en esta tierra sea destruida en su
totalidad.
Por eso Dios invita a su pueblo a estar firmes y constantes,
creciendo todos los días, trabajando todos los días en su obra, obedeciendo su
Palabra día tras día, para que en aquel tiempo seamos hallados dignos de partir
con Jesucristo hacia la eternidad. Y si
aún no eres cristiano, la invitación de Dios es a creer en Jesucristo, a
arrepentirse de sus pecados y a recibirle como el único Señor y Salvador; pues
Dios no quiere que nadie se pierda, pero tampoco puede obligar a nadie a entrar
por esa puerta hacia la eternidad que es Jesucristo. Estimado amigo, ¿seguirás afuera destituido
de la gloria de Dios o entrarás por esa puerta para recibir la vida eterna?
También es necesario aclarar que por causa del pecado fue
que entró la muerte en este mundo, por eso dice la Palabra que: “el aguijón de la muerte es el pecado”;
de lo contrario aún estuviéramos viviendo en el paraíso terrenal (el Edén) en
completa paz con Dios, sin tener que vivir esos resultados catastróficos del
pecado, como fue la muerte física y también la espiritual. Por otra parte, el pecado tiene poder porque
está amparado en la ley divina, sin la cual el pecado no fuese pecado o al
menos no tendría castigo.
Que Dios los bendiga grande y abundantemente.