Sabios para hacer el mal.

Jeremías 4:22.

 “Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos; sabios para hacer el mal, pero hacer el bien no supieron.”

CONCLUSIONES.


Hay dos tipos de sabiduría:  Una que proviene de Dios, la sabiduría celestial y la otra que proviene del mundo, la sabiduría terrenal, gobernada por las tinieblas.

La sabiduría que proviene del mundo no agrada a Dios, porque generalmente es usada con propósitos egoístas, es usada para satisfacer la carne con sus pasiones y deseos:  Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos.” 1 Corintios 3:19.  Esta es la sabiduría que se usa para hacer el mal, que bien puede llamarse astucia: “porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.” Santiago 3:15.   Esta sabiduría humana proviene de las tinieblas y podría llamarse también sagacidad: “Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.” Lucas 16:8.

En cambio, la sabiduría que proviene de Dios tiene una serie de virtudes: Es pura, pacífica, amable, benigna, misericordiosa, honesta y llena de buenos frutos: “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.” Santiago 3:17. Y esta sabiduría solo proviene de Dios: “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” Santiago 1:5. Por eso es que esta sabiduría solo trae paz, justicia y gozo, porque está libre de pecado y de intereses personales.

Se han dado muchos casos, en que el hombre recibe sabiduría de lo alto, para hacer descubrimientos, para hacer inventos que en principio tienen buenos ideales; pero que al popularizarse y al extenderse en todo el mundo, entonces los malos también encuentran la forma de aprovecharlos para hacer maldad.  Un ejemplo de esto está dado por el descubrimiento del uranio, muy potente para alimentar generadores de energía, para servir de propulsión a grandes barcos; pero que finalmente se usó también para fabricar bombas atómicas y destruir pueblos enteros como Hiroshima y Nagasaki.  Otro ejemplo es la internet que impactó el mundo entero, al permitir la comunicación inmediata entre los puntos más alejados del planeta.  Hoy sirve también para interconectar empresas a nivel mundial y para mantener el comercio en línea.  Sin embargo se está usando para expandir información perversa y mal intencionada, se está usando para la pornografía, para los crímenes sexuales especialmente contra menores, para los delitos cibernéticos; ahora nuestros hijos no se despegan de esas pantallas, ya no juegan afuera con sus amigos, ya no hacen ejercicio, ya no socializan en forma natural, sino virtual; esto ha traído una vida sedentaria a nuestro jóvenes y sus consecuentes enfermedades físicas y psicológicas, también ha intervenido en su educación, pues reciben mucha más información dañina que la realmente buena y la enseñanza de sus padres queda relegada a un segundo plano; pues ahora nuestros hijos supuestamente saben más que nosotros a causa de la internet, pero esa formación carece en su mayoría de buenas virtudes.

¿A qué conclusiones quiero llegar?  La mayoría de los humanos está usando la sabiduría de Dios y la terrenal para hacer todo lo que desagrada a Dios; es decir, han sido sabios solo para hacer el mal, pero para hacer el bien y la justicia han sido analfabetas.  Para buscar a Dios no hay sabiduría, en cambio para buscar al mundo con sus pasiones y deseos, hay sabiduría de sobra.  Dijo Dios a su pueblo: “mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y no son entendidos”.  El pueblo de Israel es el tipo del mundo de hoy, pues también son necios, no conocieron ni quieren conocer a Dios, son hijos ignorantes y desentendidos.  Pero por supuesto que hay un remanente de pueblo que se convirtió al Dios vivo y que anda en su justicia y en su verdad, un remanente que busca por todos los medios agradar a Dios, ese es el pueblo que Dios tiene preparado para llevarse el día del rapto de su iglesia; los demás tendrán que quedarse aquí y vivir la gran tribulación, donde morirán o tendrán que servirle abiertamente al diablo.

¿Por qué es tan difícil que le mundo se arrepienta?  El malo solo sabe hacer el mal, ya se acostumbró a él y cambiar su cerebro sería muy difícil a no ser que de verdad recurra a Jesucristo y esto es lo que no quieren hacer: “¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?” Jeremías 13:23. El mundo está cobijado por la soberbia, por la autosuficiencia, y siguen declarando que no necesitan de Dios, que pueden vivir mucho mejor en sus deleites, que viviendo en integridad y en justicia para un Dios vivo.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido, para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.

 

 

 

 

 

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