¿Se cree usted justo?

Ezequiel 18:5-9

“Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia; que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su prójimo, ni se llegare a la mujer menstruosa, ni oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con vestido, que no prestare a interés ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio verdadero entre hombre y hombre, en mis ordenanzas caminare, y guardare mis decretos para hacer rectamente, éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor.”

CONCLUSIONES.

Muchas personas se contentan así mismas o se jactan de que son justas porque no le hacen daño a nadie, porque no han matado a ninguno, porque dan limosna, porque le sirven a la familia y a la nación o porque sencillamente asisten a la iglesia todos los domingos.  ¿Será que eso es suficiente delante de Dios?  Mírelo de esta forma, esto es como cazar las moscas y dejar pasar a los elefantes; el problema es que estamos viendo las moscas que son pequeñas y menos inofensivas, pero no vemos a los elefantes los cuales nos pueden aplastar bajo varias toneladas de peso.

Miremos algunas de las condiciones que nos da Dios para ser justos, teniendo en cuenta que la persona que llega arrepentido a los pies de Cristo y le recibe como su Señor y Salvador y sobre todo si se evidencia que ha nacido de nuevo y ha muerto a su vieja personalidad llena de pecado, este sin duda es justo y estaría cumpliendo con todas estas condiciones.  Este como mínimo cumplió una de las condiciones más importantes que es el no rechazar el sacrificio que hizo Jesucristo en la cruz para darnos salvación y vida eterna.

Veamos algunas:

.  Que hace según el derecho y la justicia.  Hay diferentes clases de derecho en los que se basan las leyes de un gobierno; pero el fundamento de todas ellas debe ser la palabra de Dios.  Vemos que hoy en día se está tergiversando y aislando la palabra de Dios y la justicia se está basando en los caprichos e intereses de los hombres; tal es el caso de los matrimonios gay y los abortos que son contrarios a los mandatos de Dios.  Hoy se ha sacado la palabra de Dios de las universidades, porque choca con los pensamientos del hombre.  La sociedad científica se esfuerza por demostrar que el hombre es producto de la evolución, para de esta forma no tener que sujetarse a las leyes impuestas por Dios. Entonces el hombre, sea gobernante o no, que fundamente su vida y su trabajo en el derecho y la justicia divinas, este está en el camino de ser justo.

.  Que no comiere sobre los montes.  Israel era idólatra y tenía altares en los montes altos, donde sacrificaba sus ofrendas a los ídolos y comía de ellas.  Hoy también el hombre acude a sitios altos y sitios de peregrinación, donde se honran y se veneran imágenes; allí deleitan su estómago, pero también deleitan su carne de pecado.

.  Que no alzare sus ojos a los ídolos.  Muchos no adoran al Dios real cuyo nombre es Jehová de los Ejércitos, el que está sentando en su trono en reino de los cielos; sino más bien a una imagen, estatua o crucifijo hecho por manos de hombres, cuya morada está aquí en la tierra.  Muchos dicen que las imágenes las usan como medio para llegar a Dios; pero Dios estableció un único mediador que es Jesucristo su Hijo primogénito.  Entonces el solo hecho de mirar una imagen, una estatua o un ídolo, ya estamos cayendo en injusticia delante de Dios.

.  Que no violare la mujer de su prójimo.  Esto también se aplica a la relación con mutuo consentimiento; pues no solamente “violar” se refiere a violentar la voluntad de una mujer; sino también de violentar el mandato de Dios; esto para los que dicen que no han hecho nada malo, que porque hubo mutuo acuerdo; pues esto ya se convierte en adulterio (sin hay vínculo matrimonial en alguno de los dos) o fornicación (si ambos son solteros).

.  Que no se llegare a la mujer menstruosa.  Llegarse en el hebreo antiguo, era tener relaciones sexuales con una mujer y cuando esta estaba en su periodo, entonces era considerado injusticia delante de Dios.  Así mismo se aplica hoy en día.

.  Que no oprimiere a ninguno.  En nuestra sociedad sucede mucho esto y consiste en que los que tienen el poder y el capital, generalmente oprimen a la clase trabajadora, con mayor trabajo y poca remuneración.  También hace referencia a los medios masivos de producción y manufactura, donde se deja de lado la mano de obra y se adquieren medios de producción automatizados; dejando así a las personas sin oportunidades de trabajo y de realizar sus proyectos de vida.  ¿Si todo se llegare a mecanizar, entonces en qué lugar quedaría el hombre?  Todo pasaría a ser propiedad de unos pocos; mientras la pobreza absoluta se intensificaría y luego serían oprimidos no por el hombre, sino por el hambre y la necesidad.

.  Que al deudor devolviere su prenda.  Como verdaderos cristianos, ni siquiera debemos tomar prenda o garantía, cuando alguien por motivo de su necesidad debe solicitarnos un préstamo.  Mientras haya personas del común tiene que haber prestamistas; porque el verdadero cristiano no toma prestado ya que es contrario a la palabra de Dios: “no debáis nada a nadie”, más bien presta.

.  Que no cometiere robo.  Hay robos desde cosas muy pequeñas hasta muy grandes; quedarse conscientemente aun con una moneda de una devuelta o con un lapicero que nos prestan, esto se convierte en robo.  Menoscabar los derechos de nuestros semejantes, también se convierte en robo; pues le estamos quitando su honra.

.  Que diere de su pan al hambriento.  Cuando hay personas sufriendo a nuestro alrededor, entonces como buenos cristianos, debemos compartir nuestros alimentos o nuestros recursos con ellos.  Ignorarlos se convierte en injusticia; pues, aunque no tengamos obligación familiar con ellos, si la tenemos como prójimo delante de Dios.

.  Que cubriere al desnudo con vestido.  Sucede lo mismo que el caso anterior; por eso recibir a un mendigo, alimentarlo y colocarle otras vestimentas es una excelente labor delante de Dios.  En el antiguo pueblo de Israel era una obligación recibir al caminante y hospedarlo en casa, lo que disminuía en gran medida la mendicidad.

.  Que no prestare a interés ni tomare usura. Un verdadero cristiano no debe cobrar intereses cuando por alguna circunstancia le toca prestar; tampoco debe tomar usura en los negocios que haga; por ejemplo, comprar un bien o servicio y revenderlo por el doble de precio esto ya es usura.  Se debe como máximo llegar al tope de la tasa de usura que establecen los bancos.  Otra cosa es que usted mismo compre las materias primas, coloque los recursos y la mano de obra y finalmente ofrezca un producto terminado, del cual define su precio de acuerdo con las leyes de oferta y demanda.

.  Que de la maldad retrajere su mano.  Todo lo que atente contra la integridad física, moral, emocional y espiritual del prójimo se convierte en maldad, dado que el segundo mandamiento es amar a nuestro prójimo como si se tratara de nosotros mismos.  Y si lo que hacemos va en contra no de personas, sino de empresas o entidades gubernamentales, también es maldad; pues la intención de las empresas o el estado es de servir al ciudadano; además de que ellas son instauradas por Dios.

.  Que hiciere juicio verdadero entre hombre y hombre.  Esto aplica mucho a la clase gobernante y a los ámbitos judiciales.  Hoy en día la mayoría de los abogados están para defender a su cliente y los fiscales para defender al estado, no importa si lo que están defendiendo es justo o injusto; solo se trata de aprovechar los vacíos en las leyes y de encontrar oportunidades para sacar ventaja.  En el reino de Dios no es así, allí debe imperar la justicia, por encima de las leyes sobre todo cuando son imparciales.  En este mundo nos relacionamos con personas, desde nuestro hogar hasta nuestro trabajo o negocio y en estas relaciones también tiene que imperar los juicios verdaderos.

.  Que caminare en mis ordenanzas. Hay que estudiar las escrituras para conocer las ordenanzas de Dios y poder caminar en ellas.  Hay aproximadamente 485 mandamientos en la biblia, pero la mayoría de las personas no se acuerdan ni de los diez básicos.  En síntesis, muchos no se acuerdan ni del más básico que es “no matarás” y andan por el mundo cometiendo homicidios.  Esta condición se refiere mayormente al actuar de acuerdo con las ordenanzas de Dios.

.  Que guardare mis decretos para hacer rectamente.  Los estatutos, mandamientos y decretos hay que grabarlos en nuestro corazón, recordarlos en nuestro diario vivir y ponerlos por obra cada que se presente la oportunidad.  Por ejemplo, la palabra nos dice: “No mentirás”, entonces cada que estemos en una conversación debemos acordarnos de que mentir no le agrada a Dios y entonces debemos decir siempre la verdad, aunque nos duela.  Esta condición se refiere mayormente a escuchar la palabra de Dios y guardarla en el corazón.

El que guardare todo esto “éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor”.  ¿Son demasiadas cosas?  Si y no; porque el que se convierta a Jesucristo, Jesús mismo le ayudará a cumplir con todo: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.” 1 Juan 3:9.  En síntesis, el verdadero cristiano no es apto para pecar o mejor dicho le es difícil pecar voluntariamente porque su conciencia (o la presencia de Dios en su vida) está ahí tomando el control de sus pensamientos.

¿Ahora después de haber leído estas condiciones, todavía se cree justo delante de Dios?  Si aún se cree justo, todavía hay orgullo en su corazón; pues el principio es que todos somos injustos, porque de alguna forma estamos cada día infringiendo la palabra de Dios, aunque sea en forma involuntaria:  “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno” Romanos 3:10.  Pero los que tenemos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, estamos seguros que si acudimos a Él diariamente, entonces nos vuelve a limpiar y santificar, para que sigamos siendo justos delante de Dios, mediante su Hijo y no por nuestra propia justicia.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido, para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El sueño espiritual. Romanos 13:11-14

El poder del evangelio (Romanos 1:16-17)

En ningún otro hay salvación. Hechos 4:11-12