Si usted muere hoy, ¿Dónde pasará la eternidad?


Hola, se ha puesto a pensar alguna vez, si usted muere en ese mismo día, ¿qué pasará con su alma y su espíritu? Es cierto que el cuerpo muere, pero los otros dos componentes del cuerpo (alma y espíritu) son eternos y deberán tomar uno de estos dos caminos: El cielo o el infierno. Lo duro de esto es que usted ya no podrá decidir cuál camino tomar, pues ya todo está “fríamente calculado” desde antes de su muerte y solo puede cambiarlo estando en vida.  Esto es como un seguro de vida, que solo usted estando en vida lo puede contratar y decidir a quién va a beneficiar en caso de muerte, porque después de muerto ya no puede contratar un seguro, ni mucho menos cambiar su beneficiario.

Si usted no está seguro a dónde irá luego de su muerte, tampoco sabe, no cree que haya vida después de la muerte, o le parece un asunto de menor importancia, por favor lea la Palabra de Dios.  Es mejor que la lea hoy que hay oportunidad y no esperar a que la Palabra sea vetada o quitada por causa de la persecución al pueblo cristiano: “E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallarán”. Amós 8:12.

Es mejor que la lea hoy que puede, porque en el infierno no habrá disponible ninguna versión de la Biblia y si la tuviera tampoco tendrá ninguna oportunidad de obedecerla, pues los mandamientos relacionados con el cuerpo son imposibles de cumplir, dado que allá usted ya no tiene cuerpo físico y los demonios tampoco le permitirán hacer alguna actividad que glorifique a Dios, ni mucho menos habrá oportunidad de salir de aquel lugar de tormento; excepto para recibir el veredicto en el juicio final.

¿Quiénes van al cielo?

Van al cielo los verdaderos hijos de Dios y estos son los que creen en Jesús y le reciben como su Señor y Salvador: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" Juan 1:12. Esto quiere decir que todos los que siempre han ignorado la invitación de Jesús, no podrán llamarse hijos de Dios, ni muchos menos heredar el reino de los cielos.

Van al cielo los que creen en Jesús y guardan su Palabra: "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida" Juan 5:24.  Si usted ni siquiera lee la Palabra de Dios, ¿cómo podrá aspirar a ser partícipe de las bendiciones que concede el autor de la Palabra?

Van al cielo los que han nacido de nuevo: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”. Juan 3:3. Si usted sigue viviendo en pecado, en mentiras, en los deleites del mundo, entonces no ha nacido de nuevo y por tanto no irá al reino de los cielos pues allá no podrá entrar nadie sucio: “No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero”. Apocalipsis 21:27.

No va al cielo el que quiere y solo tiene deseos, el que sueña con ello, el que está seguro que su religión lo salvará o el que se encomienda a una estatua; no podrán, solo irán al cielo los que hallan escogido el camino correcto y la puerta correcta y este es Jesucristo el Hijo de Dios: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.  Mateo 7:13-14.

¿Quiénes van al infierno?

Todos los que ignoran a Dios van al infierno: "Los malos serán trasladados al Seol, Todas las gentes que se olvidan de Dios" Salmos 9:17.  Muchos dicen estar seguros de ir al cielo, pero aún no han acudido arrepentidos a los pies de Cristo y no le conocen como salvador, ni saben que Él es la vida, ni les interesa seguirlo.

Los idólatras, mentirosos, incrédulos y maldicientes irán al infierno: "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" Apocalipsis 21:8.  Estos son los pecados más comunes de hoy en día, los cuales indican que la persona no es hijo de Dios, sino más bien hijo del diablo y por consiguiente tendrán herencia en el infierno y no en los cielos. Los idólatras son los que honran imágenes, estatuas o crucifijos como si estos fueran dioses o representaciones visibles de Dios, lo que está prohibido por el mismo Dios, ver Éxodo 20:4-5.  Los mentirosos son aquellos que tratan de evadir la responsabilidad o quedar bien delante de los demás usando frases e historias que no son reales.  Los maldicientes son los vulgares, quienes usan este vocabulario para impresionar a otras personas o para agredirlas psicológicamente.  Los incrédulos son aquellos a quienes se les habla de Cristo y no se inmutan, no reaccionan o no hacen nada para cambiar su situación, dado que están contentos con su vida pecaminosa y mundana.

Aún los que rechazan a Jesucristo y su evangelio ya están condenados: “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”.  Juan 3:18.

CONCLUSIONES.

Este asunto sobre el camino después de la muerte es muy serio, no es un cuento, no es una telenovela, no es un pasatiempo, SE TRATA DE SU FUTURO ETERNO y está en sus manos.  Decide hoy con hechos a dónde quieres ir, pues la fe sin obras está muerta y no agrada a Dios.  Pensar o decir que queremos salvarnos, creer que ya somos salvos o pertenecer a una religión, no es suficiente; hay que recibir a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, leer la Biblia y obedecerla en todo tiempo y en toda circunstancia, para poder ser merecedores de la vida eterna en el reino de los cielos.

Es mejor que despiertes hoy cuando todavía hay oportunidad de cambiar su futuro eterno y que no esperes a despertar allá en el infierno, cuando ya es imposible salir de él.  Son muchos los que mueren diariamente y pasan a la eternidad, a una eternidad con el diablo, porque muy pocos se van con Cristo; ¿Si usted muere en estas festividades a dónde cree que irá su alma y su espíritu?  Esto debe ser un motivo de alta preocupación, pues si aún los justos con dificultad se salvan, entonces ¿qué se espera de aquellos que celebran los ritos y festividades del mundo y que no se preocupan por buscar a Dios?

No crea que rezarle a un muñeco en un pesebre es buscar a Dios, tampoco crea que reunirse en familia para comer y beber es buscar de Dios, no crea que hacer una sancochada en la calle el día festivo es buscar de Dios, no crea que irse para donde los familiares a compartir con ellos o para una playa es buscar de Dios, no crea que bailar y beber licor hasta el cansancio es buscar de Dios; más bien todas estas actividades hacen parte de las pasiones del mundo, las cuales aborrece Dios.  Buscar a Dios de verdad es primero reconocer que somos pecadores, recibir a su Hijo como nuestro Salvador y rendir nuestra voluntad a la voluntad de Dios, lo que implica escudriñar su Palabra con sed de Dios y deleitarnos obedeciéndola.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.  Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21. 

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