Advertencia contra la idolatría.

Advertencia contra la idolatría. 

Quizás uno de los mayores problemas del hombre es la idolatría, que ha florecido ante la necesidad de tener un Dios visible (porque Dios es Espíritu) y por lo cual el hombre ha hecho toda clase de esculturas y de imágenes con el fin de tener un dios visible al que pueda ver, palpar y hasta hablar, aunque no tenga ninguna respuesta; sin embargo esto se ha constituido en uno de los mayores pecados del hombre que es la idolatría la cual aborrece Dios: “Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías”. 1 Pedro 4:3. 

Texto principal: Deuteronomio 4:15-24.

Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra.

No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.”

CONCLUSIONES.

Son dos prácticas que aborrece Dios: La primera es tratar de representar a Dios físicamente lo que está prohibido por Él mismo y segundo es que las representaciones no necesariamente se tratan del Dios real, sino de toda clase de seres que en su mayoría eran terrenales y ya murieron o que simplemente son representaciones del paganismo de los pueblos y de las mismas tinieblas.

Previendo Dios que el hombre pudiera imitar lo que había visto, entonces Dios apareció al pueblo de Israel en el monte en medio de fuego, de tinieblas y de oscuridad de tal forma que no se pudiera apreciar ninguna figura y en base a ella el hombre pudiera reproducir imágenes para luego honrarlas: “Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego”. Deuteronomio 4:15.

¿Entonces cómo acercarnos a un Dios que no se puede ver?  Hoy nos podemos acercar a Dios mediante la fe y esta fe en sí cumple con dos propósitos: Primero el de agradar a Dios y el segundo consiste en activar nuestros sentidos espirituales de tal manera que podamos sentir la presencia de Dios, que podamos ver su resplandor y que también podamos escuchar su voz.  Este es el método que Dios ha establecido para que el hombre se acerque a Él y no mediante esculturas o imágenes visibles: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.  Hebreos 11:1.

No necesariamente la idolatría se constituye honrando esculturas o imágenes, pues Dios también advierte sobre la adoración al sol, la luna y las estrellas, lo cual hacen muchos pueblos paganos: “No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas”. El hombre siempre ha sentido la necesidad de adorar a Dios, pero no se ha preocupado por conocer las exigencias del mismo Dios respecto a la forma y el fin de dicha adoración y como consecuencia ha resultado adorando seres y cosas que no son Dios: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.  Juan 4:24.

Ahora, ¿Qué debía hacer el pueblo de Israel con los pueblos vecinos y también paganos? La orden de parte de Dios era destruir los pueblos de las tierras donde iban a entrar a poseerlas; pero como no podían hacerlo de inmediato porque la tierra no podía quedar sola (porque se aumentaban las fieras del campo), entonces debían estar alejados de sus gentes y de sus ritos idólatras, para que no fueran contaminados y en su lugar debían destruir sus ídolos y sus altares: “Y no emparentarás con ellas; no darás tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos; y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros, y te destruirá pronto. Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego”. Deuteronomio 7:3-5.

¿Y por qué a Dios no le gusta la idolatría? Es simple, Dios es el único merecedor de toda honra, gloria y alabanza, por cuanto Él es el creador del universo con todas las cosas y criaturas que existen dentro de él y por tanto darle honra o alabanza a “algo” creado por Dios, es robarle la gloria a Dios: “Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”.  Romanos 1:25. El hecho de honrar a una imagen antes que a Dios, es cambiar la verdad por las mentiras (porque las cosas o criaturas no son Dios), lo cual constituye al hombre en un reo de juicio eterno.

Finalmente hay una advertencia en relación con el culto y adoración de esculturas o imágenes y también con el culto a todas las cosas creadas que hay en los cielos y es que Dios es fuego consumidor que destruirá a todos aquellos que andan en contra de su voluntad: “y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso”.

Y se aproxima una semana en la cual la iglesia popular saca sus ídolos y los pasea cargados por las calles, pensando que con esto están agradando a Dios; pero solo están agradando al diablo quien está complacido porque el hombre viola los mandamientos del Creador.

¿Y cuál es el castigo que Dios tiene preparado para los idólatras? 

Esta fue la sentencia para el pueblo de Israel “de cierto pereceréis”: “Mas si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de Jehová vuestro Dios”. Deuteronomio 8:19-20. Y así fue como este pueblo fue castigado con espada, con hambre y con pestilencia y los que quedaron fueron llevados cautivos a Babilonia y reducidos a esclavitud durante 70 años.

Y la sentencia para el mundo de hoy es que no entrará al reino de los cielos: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”. 1 Corintios 6:9-10.

Que Dios los bendiga grande y abundantemente.

Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario.  Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu.  A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad.  Amen”.  Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21. 

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