Cómo vivir largos días.
Cómo vivir largos días.
Todos quisiéramos vivir abundantes días y poder disfrutar de
todo lo bueno que hay aquí sobre la tierra, ¿Pero sabemos realmente la fórmula
para tener estas bendiciones? Ciertamente la Palabra de Dios nos da luces referentes
a cómo vivir largos días y qué hacer para que nos vaya bien en todo lo que
emprendamos.
Texto: Deuteronomio 5:29-33
“!Quién
diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días
todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para
siempre! Ve y diles: Volveos a vuestras
tiendas. Y tú quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y
estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra
en la tierra que yo les doy por posesión. Mirad, pues, que hagáis como Jehová
vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra. Andad
en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os
vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.”
CONCLUSIONES.
Es una excelente idea la que tiene Dios acerca de nosotros,
pues Él quiere que seamos prosperados y que vivamos por muchos años y que
disfrutemos de todo lo que Él mismo ha creado para nuestro beneficio: “Amado,
yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así
como prospera tu alma”. 3 Juan 1:2.
Pero hay un problema consistente en que el corazón del
hombre siempre ha estado inclinado hacia el mal, pues le gusta más la maldad
que la justicia y para nada le teme a Dios; y por tanto siempre ha estado haciendo
todo lo posible para apartarse de Dios y es por eso que el mismo Dios dijo
estas palabras a Moisés: “!Quién diera que tuviesen tal corazón, que me
temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y
a sus hijos les fuese bien para siempre!”.
Incluso Dios ha llegado al punto de arrepentirse de haber
creado al hombre, a quien le dio tantos privilegios, que por causa de ellos se
llenó de orgullo y volvió su corazón contra Dios e hizo también que su maldad
enardeciera el corazón de Dios: “Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la
tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el
reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho”. Génesis
6:7.
Pero Dios ha puesto la salida a este problema en las manos
del hombre y ha dicho por medio de su Palabra que si acatamos sus mandamientos,
toda esta situación cambiará totalmente para nuestra bendición: “Entonces
serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que
Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas,
ni desmayes”. 1 Crónicas 22:13.
Y aún Dios se pregunta “quién diera” como si eso se
le saliera de las manos y es cierto que por razón de la libertad que le fue
otorgada al hombre, este puede decidir si teme o no a Dios y si guarda sus
mandamientos; desafortunadamente la decisión de la mayor parte de la humanidad
es ignorar a Dios e ir en contra de sus leyes y es por esta misma razón que sus
días son cortos y que también tenga muchas luchas y padecimientos mientras vive
aquí en la tierra.
Dios entregó a Moisés en el monte Sinaí todos los consejos
que el pueblo de Israel debía seguir para agradar a Jehová, para andar en comunión
con Él y para agradarle. Estos consejos son los mandamientos, estatutos y
decretos que Moisés había recibido de Dios y que les tenía que enseñar y a los
cuales solo tenían que obedecer para recibir todo lo que Dios tenía preparado
para ellos: “Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado;
no os apartéis a diestra ni a siniestra”.
Estimado hermano y amigo, la llave de la bendición que
incluye poder vivir largos días sobre la tierra, nos fue entregada por Dios,
pero el hombre desprecia esta bendición con tal de complacerse en el mal, con
tal de saciarse de sus pasiones y de sus deseos carnales: “Andad en todo el
camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y
tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer”.
Y esta bendición de que habla Dios no es temporal y
trasciende aún las barreras de la muerte, pues una persona que obedezca a Dios
será bendecida sobremanera aquí en la tierra, pero también por motivo de su
obediencia alcanzará la vida eterna y es por eso que el texto dice “para
siempre”: “para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre”.
El pueblo de Israel despreció la bendición, tanto que Dios
los tuvo caminando por el desierto durante 40 años hasta que murieran todos
aquellos de perverso corazón; pero si hacemos una comparación con el mundo
actual, este está peor aún, pues entre más días menos buscan de Dios, menos
obedecen; y aunque supuestamente existen tiempos de reflexión, la gente solo se
ocupa en hacer turismo religioso, en pasear en playas y ríos, en ir de
vacaciones, en practicar la idolatría, en deleitarse paseando “momias” por las
calles; pero les aseguro que muy pocos se arrepienten de verdad y deciden vivir una vida
de obediencia y santidad a Dios.
Que Dios los bendiga grande y abundantemente.
Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario. Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu. A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad. Amen”. Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21.
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