El mundo de hoy transita por un camino de muerte.
Toda la humanidad en su vida espiritual sigue un camino, desde los más ateos, hasta los más religiosos; ¿pero será que todos los caminos conducen a la vida eterna?
Proverbios
14:12.
“Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte”.
CONCLUSIONES.
Indiferente del dios que siga cada persona, un día
tendremos que enfrentar un juicio final ante el trono del verdadero Dios y muchos
quedarán asombrados ante el veredicto del Gran Juez: “Y entonces les
declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Mateo
7:23.
El asombro se dará porque siempre nos hemos creído
buenos, pero muchos recibirán un gran balde de agua fría al escuchar este
veredicto: “Nunca os conocí”. ¿Y por qué sucederá esto si (como dicen
algunos) nosotros vamos a la iglesia los domingos, no le hacemos mal a nadie y
tampoco matamos a ninguno?
La muerte de que habla este texto bíblico no es más que
cuando el alma y el espíritu son lanzados al lago de fuego y azufre por una
eternidad, esta es la muerte segunda: “Entonces dirá también a los de la
izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y
sus ángeles”. Mateo 25:41.
¿Y cómo podemos evitar este problema tan grave, sobre
todo porque se trata de recibir un veredicto sorpresivo en un juicio, cuando ya
no hay remedio para evitar el castigo? La clave de todo reside en hacer la
voluntad de Dios: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino
de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.
Mateo 7:21.
Y para hacer la voluntad de Dios es necesario que las
personas le dediquen tiempo al estudio de la Palabra, pues Dios nos dio libre
albedrío y no nos obligará a leerla, tampoco enviará ángeles a que la enseñen a
los hombres y todo lo ha dejado a nuestra voluntad; pues, así como las personas
escogen hacer el mal, también pueden escoger el conocimiento de Dios y sus
mandamientos para hacer el bien.
El hecho de ignorar la voluntad de Dios hace que cada
persona aplique su propio criterio en cuanto a determinar cómo está su
condición espiritual delante de Dios. Veamos algunos ejemplos de los errores
que están cometiendo las personas y por los que actualmente están transitando
por un camino de muerte:
1. La persona que
vive apegada a su trabajo y al cuidado de su hogar, piensa que con solo cumplir
con sus responsabilidades está ganando méritos delante de Dios y que por ende
tendrá ganada la salvación; y esto no es así, pues el único que puede salvar es
Jesucristo y solo si nos acercamos a Él; de lo contrario, la indiferencia delante
Dios nos llevará al infierno.
2. Muchos creen
que donde hay mayoría seguramente es porque ese camino es el verdadero y que,
por tratarse de multitudes, que entonces Dios hará excepciones, que hará
convenios y concesiones para no permitir que la multitud vaya al infierno.
Fatal error, pues Dios dice que “muchos son los llamados y pocos los
escogidos”, por lo cual es inmensa la multitud que muere día a día y que se
está yendo al infierno.
3. Otros miran
hacia las multitudes para determinar qué pecados son los que están cometiendo
para ellos practicarlos también y de esta forma se consuelan diciendo que, si
mucha gente comete la misma falta, entonces que de alguna manera Dios tendrá
misericordia de toda esa multitud, y aquí aplica el dicho popular que reza “mal
de muchos, consuelo de tontos”; pues la salvación es individual y no habrá
juicios colectivos, porque cada uno tendrá su veredicto. Es el caso de la
práctica del adulterio, donde la gente se consuela mirando la multitud de casos
a su alrededor, entonces dicen: “Si ellos lo hacen, entonces ¿por qué yo no
puedo hacerlo también?”
4. Otros siguen la
iglesia popular, pensando que esta tiene convenios con Dios para salvar a los
pecadores sin arrepentimiento, pues allí bajo el manto de la religión hay
idólatras, mentirosos, vulgares, viciosos, adúlteros, ávaros, asesinos y en
general todo tipo de pecadores, que piensan que por la misericordia de Dios y
que, por la intercesión de María, que entonces no habrá peligro de ir al
infierno.
5. Otros siguen otro tipo de religiones que ni siquiera
consideran a Jesucristo como “el camino, la verdad y la vida”; donde
tienen dioses que son líderes ya fallecidos o sencillamente ídolos hechos de
metal, de madera o de yeso, que ni siquiera pueden moverse de donde los colocan
y mucho menos podrán dar vida eterna a sus seguidores.
6. Otros tienen
falsas interpretaciones de las escrituras, pues han tomado los textos bíblicos
que más se ajustan a sus ideologías espirituales y han ignorado, desechado y
aún desaparecido de sus biblias, aquellos textos que no logran encajar en sus filosofías,
porque si los tomaran cambiarían por completo sus fundamentos; y uno de esos
casos es la trinidad que muchos la han cercenado y algunos se han quedado solamente
con el Padre, otros se han quedado con el Hijo y muy pocos se han quedado con
el Espíritu Santo de Dios, cuando la biblia habla claramente de tres personas
que componen un solo Dios: “Porque tres son los que dan testimonio en el
cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno”. 1 Juan 5:7.
7. Otros
indudablemente adoran a dioses sin virtudes, dioses que contemplan la muerte
dentro de sus prácticas, como la inmolación y el genocidio, aduciendo que estas
prácticas son sacrificios que agradan a sus dioses. En cambio, el Dios
verdadero cuyo nombre es Jehová de los Ejércitos, tiene en su esencia virtudes
como la vida, el amor, la justicia y la paz; y cualquier otro dios que se aleje
de estos principios, sencillamente es de origen satánico.
8. Otros adoran
abiertamente al diablo, a quien le ofrecen sacrificios humanos, mayormente de
niños. Satanás les ha prometido una vida llena de diversiones y deleites en el
reino de las tinieblas y lo peor de todo es que sus seguidores han creído todas
sus artimañas de mentira y grande va a ser la sorpresa que se llevarán cuando
vean que el diablo también va a ser atormentado en el lago del fuego y azufre.
Imagínese esta controversia, que el que les prometió gozo, también estará en
sufrimiento.
9. Otros tienen
una gran Biblia en su casa, abierta en alguno de los salmos favoritos; pero
está llena de polvo porque jamás pasan a la siguiente página para leer,
escudriñar y entender qué es lo que pide Dios de nosotros; es decir, que aunque
tienen allí el remedio para el pecado y para la muerte, no se lo toman y su
alma se está muriendo lentamente; el problema es que cuando estén en el infierno
desearían tener allí una biblia para estudiarla y obedecerla, pero estando allí
ya no es posible cambiar el rumbo de sus vidas.
10. Otros han recibido la muerte por herencia; es decir,
que siguen la religión errónea de sus padres y con gran devoción dicen: “Esta
es la religión que me dejaron mis padres y yo también la voy a seguir hasta que
muera”. ¿Y por qué querrán ir al mismo sitio de tormento donde están sus
padres? Esto sencillamente se llama rebelión contra Dios.
11. Otros definitivamente están albergando la posibilidad
de que Dios consienta el pecado a causa de su gran amor, para que sean salvos
sin necesidad del arrepentimiento; pero no se equivoquen, Dios es totalmente
íntegro y no tendrá por inocente al culpable: “Jehová es tardo para la ira y
grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la
tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies”. Números
1:3.
Ahora, ¿por qué al hombre le parece que va caminando
derecho hacia la vida eterna y no se preocupa por perder su alma en el
infierno? El fundamento de todo esto es la incredulidad, pues el hombre no ha
querido creer en la verdad dado que tiene otros tipos de intereses y por eso el
mismo Dios ha puesto un velo en sus ojos para que siga creyendo en las mentiras
y para que finalmente sea castigado en el fuego eterno: “Por esto Dios les
envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados
todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la
injusticia”. 2 Tesalonicenses 2:11-12.
Estimado hermano y amigo, solo hay un camino y este se
llama Jesucristo, corre a Él arrepentido de sus pecados y recíbele como Señor y
Salvador de su vida, porque Jesús es el único nombre en quien podemos tener
salvación, y el hecho de ir tras otros dioses es una pérdida de tiempo, pues los
demás conducen a la perdición eterna de su alma y aún su religión popular llena
de ritos y mandamientos de hombres lo conducirán al infierno: “Y en ningún
otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos”. Hechos 4:12.
Que Dios los bendiga grande y abundantemente.
Estimado amigo, si deseas hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario. Yo te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el templo de tu Santo Espíritu. A partir de hoy me comprometo a no practicar más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla, para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad. Amen”. Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Hechos 2:21.
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