Cómo alcanzar la paz personal.
Esto está presionando cada vez más al ser humano y le
está produciendo enfermedades mentales, le está produciendo estrés, temor y
hasta persecuciones y desplazamientos; pero ¿Será que en medio de este mundo
tan conflictivo podemos encontrar paz para nuestras vidas?
Texto:
Isaías 26:3-4.
“Tú
guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Confiad en Jehová
perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”.
CONCLUSIONES.
Ante un mundo convulsionado y en caos, debemos saber que
Dios ha dispuesto en nuestras manos la medicina para todos los males, males que
contaminan desde la tierra hasta el ser humano; pues la tierra está sometida a
esclavitud por causa de la perversión del hombre y esta espera que un día sea
liberada de dicha esclavitud y que pueda ser un verdadero paraíso para lo cual
fue creada inicialmente por Dios.
Así mismo el hombre espera una solución para todos sus
males, pero no ha encontrado la cura perfecta, porque no ha querido someterse a
Dios. Dios tiene la solución para todos los problemas, y también tiene
exigencias para que el hombre pueda recibir sus bendiciones; pero aquellas
exigencias son las que el hombre no quiere, el hombre quiere ser prosperado en
todo, pero no quiere darle a Dios la parte que le corresponde de ese compromiso;
el hombre quiere prosperar sin Dios y peor aún también quiere salvarse sin Dios,
quiere entrar al cielo por la puerta trasera, pero esto no es posible, porque
somos criaturas de Dios que estamos bajo un gobierno, bajo unas leyes de las
cuales no podemos escapar y por tanto tenemos que acudir a Dios y someternos a Él
para poder que seamos bendecidos.
Una de las mayores bendiciones que Dios nos puede otorgar
después de la salvación es la paz, la paz de nuestra alma y de nuestro espíritu
y esta se obtiene si nuestros pensamientos perseveran en la búsqueda de Dios. Y
si de verdad nuestros pensamientos perseveran en Dios, entonces también le
estaremos buscando en arrepentimiento y humillación, en la búsqueda del
conocimiento de su Palabra, en oración constante y en todo tipo de servicios en
su obra y finalmente tendremos que agradar a Dios mediante el cumplimiento de
sus mandatos, pues no es posible que los desobedientes puedan agradar a Dios.
Cuando Dios habla de su completa paz, quiere decir en
nuestra vida personal y en todos nuestros alrededores como el hogar, el
trabajo, los negocios y en nuestros vínculos más cercanos: “Tú guardarás en
completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera”. Si toda la
humanidad tuviera este sentir en sus corazones y pusieran por obra la búsqueda
de Dios como su mayor prioridad, seguramente habría también una redención de la
naturaleza y nuestra tierra sería sanada y llena de la paz de Dios, sería
liberada de la esclavitud del pecado que el hombre ha impuesto sobre ella.
Son muchos los beneficios de confiar en Dios y entre
ellos está el alcanzar la paz individual, ya que nuestro creador es infinito en
poder, en sabiduría y en inteligencia y podrá por supuesto colocar un cerco de
protección alrededor de cada persona, para guardarlo de todos los males que
quieren venir a atentar contra su vida y sus bienes y también para proveerle de
todos los recursos necesarios para su existencia: “Porque en ti ha confiado”.
Por el hecho de tener un Dios eterno e infinito en poder,
es que podemos confiar a Él nuestra vida material mientras estemos viviendo
sobre la tierra y también nuestra vida espiritual que se consolida luego de
nuestra muerte física y que es eterna: “Confiad en Jehová perpetuamente,
porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos”.
Estimado hermano y amigo, debido a que hay un plan de
Dios para los últimos tiempos, el cual debe cumplirse, entonces no habrá forma
de conseguir una paz mundial; pero Dios sí nos garantiza a cada uno que nos
puede guardar en completa paz si nuestros pensamientos perseveran en su
búsqueda, en el conocimiento de su Palabra y también en el cumplimiento de
ella.
Ánimo que esta perseverancia en Dios también nos llevará
a conseguir la salvación para nuestras almas, lo cual nos dará la paz eterna
que necesitan nuestras vidas en el reino de los cielos.
Que Dios los bendiga grande y abundantemente.
Estimado amigo, si deseas
hoy entregar tu vida a Jesucristo haz esta sencilla oración en voz alta: “Señor
Jesús, reconozco que soy pecador y me acerco a ti arrepentido para que me
perdones y me laves con tu sangre derramada en la cruz del calvario. Yo
te acepto hoy como el Señor y Salvador de mi vida y te pido que entres en mi
corazón y me transformes, me purifiques y me santifiques, porque quiero ser el
templo de tu Santo Espíritu. A partir de hoy me comprometo a no practicar
más el pecado, a leer tu Palabra, a meditar en ella y sobre todo a obedecerla,
para que yo pueda estar en el reino de los cielos por una eternidad. Amen”.
Y si estás en peligro de muerte y no estás en paz con Dios, puedes acudir a la
misericordia de nuestro Señor Jesucristo, clamando a gran voz por
salvación: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.”
Hechos 2:21.
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